Después de publicar guías prácticas sobre el Interrail y el Tren Transcanadiense, os dejo aquí esta nueva guía práctica que he escrito sobre el uso del Japan Rail Pass, que creo que será de mucha utilidad para futuros viajeros al Japón. Espero que os guste!
¿QUÉ ES EL JAPAN RAIL PASS?
Es un billete único que es válido para la mayoría de las líneas públicas de ferrocarril de Japón. Podríamos definirlo como el billete de Interrail de Japón
¿QUIÉN LO PUEDE USAR?
Lo puede usar cualquier viajero de nacionalidad no japonesa que entre en Japón en calidad de turista por un tiempo no superior a 90 días. No podrán adquirirlo las personas de nacionalidad japonesa (salvo alguna mínima excepción) ni extranjeros que accedan con un visado de trabajo.
¿POR CUANTO TIEMPO SE PUEDE PEDIR?
Lo hay de 7, 14 y 21 días seguidos. En función del tiempo que se vaya a estar viajando por el país compensará uno u otro. En nuestro caso, como estuvimos un mes, compramos el billete de 21 días.
¿INCLUYEN TODAS LAS LÍNEAS DE TREN?
Sí, es válido para la gran mayoría de las líneas de tren que recorren Japón, que son muchísimas. Por lo general, prácticamente todas las de la red estatal JR, incluyendo trenes de alta velocidad (Shinkansen o tren bala, excepto el Nozomi) y las redes de tren urbano como por ejemplo la Yamonote Line de Tokio. Las que no entran con el billete son las líneas privadas y las redes de metro en las ciudades. En nuestro caso lo utilizamos para todos nuestros desplazamientos por Japón durante casi un mes, con las excepciones del metro de Tokio y Kyoto, y las lineas privadas de Otsuki a Kawaguchiko y la de Nagano a Yudanaka.
¿LO PUEDO COMPRAR PARA SÓLO UNA ZONA DEL PAÍS?
Sí. En el caso de visitar sólo una parte del país se pueden comprar pases regionales. Estas son las zonas disponibles: Hokkaido, East, Central, West, Shikoku, Kyoshu.
¿COMPENSA ECONÓMICAMENTE PARA DESPLAZARSE POR JAPÓN?
Depende del número de trenes que utilicemos. Si sólo vamos a subir a un par de trenes o poco más no compensa, pero lo normal es que usemos bastantes más, ya que sin duda el tren es la mejor forma de moverse por Japón, por eso en la mayoría de los casos sí compensa. Además, hay que tener en cuenta que los precios de los billetes individuales en Japón son bastante caros.
¿Y CUANTO SUELEN COSTAR?
En el momento de publicar esta entrada, los precios del Japan Rail Pass para un adulto en clase turista son de 218€ para 7 días, 347€ para 14 días y 443€ para 21 días. Para niños (de 6 a 11 años) suele costar aproximadamente la mitad. También hay una clase preferente (algo así como una primera clase) más cara. Como es lógico, si compras sólo para una zona del país son más baratos. En la página oficial, podéis ver los precios actualizados.
¿DÓNDE LO PUEDO COMPRAR?
Lo primero que hay que saber es que no se vende en Japón, por lo hay que comprarlo en vendedores autorizados fuera de ese país. En este enlace puedes ver todos los punto de venta autorizados de Europa y el mundo. Nosotros para ello escogimos la empresa Viajes H.I.S. Madrid S.A.
¿CON QUE ANTELACIÓN DEBO COMPRARLO?
La empresa a la que compramos los billetes ponía un plazo de mínimo 8 días hábiles para enviarte el bono a casa, aunque a nosotros nos llegó al día siguiente de comprarlo. Una vez comprado dicho bono tienes que un plazo de 3 meses para canjearlo por los billetes válidos del Japan Rail Pass una vez que llegues a Japón. Por esa razón, nunca lo debes comprar antes de 3 meses de antelación.
¿CÓMO VALIDO EL BILLETE AL LLEGAR A JAPÓN?
Una vez comprado el billete tienes 3 meses para canjearlo en una oficina de la Japan Rail (JR), que tienen en las estaciones de tren e incluso en algún aeropuerto. Lo hacen al momento, y a partir de ahí ya puedes utilizarlo ese mismo día, u otro más tarde dentro del plazo de un mes. En nuestro caso, como estuvimos en Japón 26 días, hicimos coincidir el período de validez de 21 días fuera del tiempo que estuvimos en Tokio, donde nos movíamos en metro.
¿CÓMO LO UTILIZO PARA SUBIR A UN TREN?
Antes de subir al tren, es necesario reservar el asiento, ya que éstos van numerados. Para ello, debemos pasar por una ventanilla de la estación donde venden los tikets, donde con sólo enseñar el Japan Rail Pass y decirle la estación de destino y nuestra hora de salida ya nos dan el billete con la reserva. Por otro lado, si utilizamos trenes urbanos o de corta distancia no es necesario reservar asiento. En este caso, para entrar a los andenes del tren, la gente entra pasando por un sistema de control de entrada parecido al metro de nuestras ciudades. Como en estos casos con el Japan Rail Pass no es necesario sacar tícket, justo al lado del sistema de control hay siempre un encargado de la estación que será al que le debemos enseñar el Japan Rail Pass para que nos deje pasar.
¿CÓMO LO CONTROLAN LOS REVISORES UNA VEZ DENTRO DEL TREN?
Una vez dentro del tren, lo único que nos puede pedir el revisor es el billete con la reserva de asiento que nos dieron previamente en la taquilla. En el caso de ir en un tren donde no sea necesario la reserva de asiento, como nos verificaron nuestro pase a la entrada como expliqué en el punto anterior, ya no se hace ningún control posterior.
Pues esto es todo, ahora lo único que queda es disfrutar del viaje por Japón. Y ya sabéis que, como es habitual en este blog, si tenéis alguna duda o queréis dejar aquí algún consejo más, no dudéis en escribir un comentario.
Guía práctica de un viaje de Toronto a Vancouver en el mítico tren Transcanadiense.
¿POR QUÉ EN TREN?
Todos sabemos que hacer un viaje de más de 4000km en tren no es la forma más económica y aun mucho menos la más rápida de desplazarse. De hecho, entre las ciudades de Toronto y Vancouver hay varios vuelos diarios que duran unas tres horas y media y cuestan menos de 400€. Así que, si llegaste hasta aquí, ya doy por hecho que no sólo quieres desplazarte entre estas dos ciudades, sino que además buscas la esencia de un viaje mítico.
Siempre me gustó viajar en tren, y me quedé especialmente enganchado a este medio de transporte hace un año cuando hice un Interrail por Europa (y que compartí aquí en forma de diario de viaje y consejos); así que el siguiente paso era hacer un largo viaje de varios días (concretamente cuatro días), disfrutando del movimiento del vagón, el tiempo de ocio en la cabina, el encuentro con otros viajeros, las paradas en medio de la nada y, sobre todo, ver como cambia el paisaje a lo largo de los días.
NUESTRO VIAJE
Después de estar unos días en Toronto, y tras hacer una parada previa en las Azores, nuestra idea del viaje era cruzar Canadá hasta la costa Oeste, para estar allí un par de semanas conociendo la zona de Vancouver e Isla Vancouver y el estado de Washington en los Estados Unidos. Además, antes de llegar a la costa Oeste, queríamos detenernos al menos una semana en las Montañas Rocosas de Canadá, para disfrutar de los paisajes de sus Parques Nacionales. Y así hicimos al final, complementando todo esto con el Transcanadiense como cuento en esta entrada.
¿UNOS MOCHILEROS EN PRIMERA CLASE…ES POSIBLE?
Al día siguiente de llegar la Toronto, y aún sin tener claro cómo cruzar el país, decidimos echarle un vistazo a la web de la compañía de trenes canadiense (Viarail) para ver lo costaba el billete… pero la decepción fue enorme, ya que no bajaba de los 2000€ persona.
Ya con el vistazo puesto en la opción de cruzar Canadá en avión o autobús (en los conocidos Greyhound) que nos permitían hacer el mismo desplazamiento por unos 400€, gracias a su insomnio mi pareja encontró esta página de ofertas para el billete del Transcanadiense, que permite hacer el mismo trayecto, y en unas fechas concretas, por un precio muy inferior al habitual (en nuestro caso, 525€ persona). Gracias a esto fue cómo nosotros, dos mochileros que viajan por libre, hicimos el viaje en este tren.
El TREN TRANSCANADIENSE
El Transcanadiense sale de la Union Station de Toronto a las 22h los martes y sábados con destino Vancouver, a dónde llegará tras algo más de cuatro días y casi 4500km. Para quién no esté dispuesto a hacer todo ese trayecto de una vez, también puede parar en las ciudades de Winnipeg y/o Jasper y estar allí unos días. Esta última opción fue la que escollimos nosotros, ya que hicimos escala en Jasper una semana para ver las Rocosas Canadienses.
LAS CLASES: SLEEPER PLUS O ECONOMY?
En el Transcanadiense hay dos tipos de clases bien diferenciadas. Por un lado la Sleeper Class, que viene a ser como la primera clase, y cuenta con cabinas privadas dobles o individuales, pensión completa, y acceso al vagón panorámico y distintas actividades como charlas de información turística o cata de vinos.
Por otro lado está la Economy Class, donde el viajero va en butaca reclinable y sin comidas incluidas. La diferencia de precio entre ellas es considerable, siendo la Sleeper Class tan cara que sólo es recomendable si tenemos la suerte de encontrar una buena oferta.
El VIAJE EN SLEEPER CLASS
Gracias a la suerte que tuvimos de encontrar un billete en esta clase a precio tan asequible, disfrutamos de viajar en tren desde Toronto a Jasper como nunca lo hicimos. El billete nos incluía una cabina individual para cada uno, cosa que preferimos mejor que una sola doble, ya que así tenemos más espacio. La cabina está bien equipada, ya que cuenta con un retrete, un pequeño lavabo plegable, luces, enchufes, ventilación y un asiento. En este vídeo podéis ver como son estas cabinas.
Si tiramos de una palanca que hay en uno de los laterales, ya tenemos una buena cama para dormir. Lo único malo de tener la cama desplegada es que nos impide usar el retrete, pero es que en tan poco espacio no se pueden pedir milagros. En este vídeo os muestro cómo es la cabina con la cama desplegada.
El equipamento de la cabina se complementa con una bolsa (la podéis ver en los vídeos colgada a un lado de la ventana) con toallas, champú, gel y pastillas de jabón. Hay duchas en cada vagón que son de uso común.
Viajar en Sleeper Class incluye tres comidas diarias: desayuno, comida y cena. Como no hay espacio en el vagón restaurante para todos, para cada una de ellas llaman en turnos que se escogen previamente. Yo recomiendo siempre el último turno, porque es el que más se adapta a nuestro horario peninsular y además no te apuran tanto para dar paso al turno siguiente.
En la comida te dan a escoger entre tres primeros, tres segundos y postre, y se puede considerar decente teniendo en cuenta cómo se come por Norteamérica. Lo único malo es que podía tener incluido bebidas alcólicas ligeras como una cerveza o un vaso de vino.
Otra ventaja del Sleeper Class es la disponibilidad del vagón panorámico, que se agradece no sólo por las vistas, si no también por las actividades que se organizan en él como información turística o cata de vinos y cervezas.
El VIAJE EN ECONOMY CLASS
Muy a nuestro pesar, no encontramos oferta en la clase Sleeper Class para nuestro viaje entre Jasper y Vancouver, por lo que este trayecto tuvimos que hacerlo en Economy Class (en nuestro caso, 106€ persona). Aquí en vez de cabina personal y pensión completa el viaje se hace en una butaca abatible (eso sí, bastante cómoda) y tienes que llevar tu propia comida o comer pagando en el vagón restaurante.
Como el trayecto entre Jasper y Vancouver dura algo menos de un día al final sólo pasamos una noche en esta clase y la verdad es que dormimos bastante bien, ya que los canadienses son bastante respetuosos y no hubo apenas ruido en todo el vagón durante la noche.
VIDA A BORDO DEL TRANSCANADIENSE
No hay nada que más me guste que viajar despacio y sin prisas. Y esto se cumple a bordo de este tren. Sin madrugar mucho si escogimos el último turno del desayuno, y después de un buen descanso (el movimiento del tren a mí me ayuda a dormir) la mañana va pasando entre contemplar el paisaje en el vagón panorámico y leer un libro en la cabina.
Al mediodía vuelta otra vez al vagón restaurante a compartir mesa con otros pasajeros (sientan cuatro pasajeros por mesa, y es común que los vayan variando cada vez), cosa que es fantástica para relacionarse con otros viajeros. El resto del día va pasando entre más lectura, ver el paisaje y las diferentes actividades en el vagón panorámico, donde además podemos tomarnos un café, fruta o unas galletas.
Así van pasando los días a bordo, con descanso, lectura, conociendo gente y todo mientras ves cómo el paisaje va cambiando de la taiga de coníferas a las praderas del centro del país, continuando con las Montañas Rocosas y acabando con el bosque húmedo del Pacífico. Si por mí fuera, sin duda no me importaría que el viaje durara unos días más teniendo en cuenta lo que disfruto viajando así, sinceramente lo único que eché en falta fue alguna parada más durante el trayecto, ya que la única vez que pudimos bajar del tren durante un tiempo suficiente para turistear un poco fue en la ciudad de Winnipeg.
UN VIAJE ÚNICO…PARA LOS AMANTES DEL TREN
Claro está que si llegaste hasta este blog es porque disfrutas de viajar en tren. En este caso, estoy convencido de que ésta será para ti una experiencia única. Sin duda alguna, recomiendo que elijas la Sleeper Class…siempre que encuentres una buena oferta, así que paciencia… y mucha suerte!!
Esto es todo! Y ya sabeis que como es habitual en este blog, si teneis alguna duda, quereis dejar aquí algún consejo más, o simplemente quereis comentar o compartir una experiencia vuestra similar, no dudeis en poner un comentario.
Guía práctica dunha viaxe de Toronto a Vancouver no mítico tren Transcanadiense.
PORQUE EN TREN?
Todos sabemos que facer unha viaxe de máis de 4000km en tren non é a forma máis económica e aínda moito menos a máis rápida de desprazarse. De feito, entre as cidades de Toronto e Vancouver hai varios voos diarios que duran unhas tres horas e media e costan menos de 400€. Así que, se chegaches ate aquí, xa dou por feito que non só queres desprazarte entre estas dúas cidades, senón que ademais andas a buscar a esencia dunha viaxe mítica.
Sempre me gustou viaxar en tren, e quedeime especialmente enganchado a este medio de transporte fai un ano cando fixen un Interrail por Europa (e que compartín aquí en forma de diario de viaxe e consellos); así que o seguinte paso era facer unha longa viaxe de varios días (concretamente catro días), gozando do movemento dos vagóns, o tempo de lecer na cabina, o encontro con outros viaxeiros, as paradas no medio da nada e, sobre todo, ver como cambia a paisaxe ao longo dos días.
A NOSA VIAXE
Despois de estar uns días en Toronto, e tras facer unha parada previa nos Azores, a nosa idea da viaxe era cruzar Canadá ate a costa Oeste, para estar alí un par de semanas coñecendo a zona de Vancouver e Illa Vancouver e o estado de Washington nos Estados Unidos. Ademais, antes de chegar á costa Oeste, queríamos deternos ao menos unha semana nas Montañas Rocosas de Canadá, para gozar das paisaxes dos seus Parques Nacionais. E así fixemos ao final, complementando todo esto co Transcanadiense como conto nesta entrada.
UNS MOCHILEROS EN PRIMEIRA CLASE…É POSIBLE?
Ao día seguinte de chegar a Toronto, e aínda sen ter claro como cruzar o país, decidimos botarlle unha ollada á web da compañía de trens canadiense (Viarail) para ver o custe do billete… pero a decepción foi enorme, xa que non baixaba dos 2000€ persoa.
Xa coa ollada posta na opción de cruzar Canadá en avión ou autobús (nos coñecidos Greyhound) que nos permitían facer o mesmo desprazamento por uns 400€, gracias ao seu insomnio a miña parella atopou esta páxina de ofertas para o billete do Transcanadiense, que permite facer o mesmo traxecto, e nunhas datas concretas, por un precio moi inferior ao habitual (no noso caso, 525€ persoa). Grazas a isto foi como nós, dous mochileros que viaxan por libre, fixemos a viaxe neste tren.
O TREN TRANSCANADIENSE
O Transcanadiense sae da Union Station de Toronto as 22h os martes e sábados con destino Vancouver, a onde chegará tras algo máis de catro días e case 4500km. Para o que non esté disposto a facer todo ese traxecto dunha vez, tamén se pode parar nas cidades de Winnipeg e/ou Jasper e estar alí uns días. Esta última opción foi a que escollimos nós, xa que fixemos escala en Jasper unha semana para ver as Rocosas Canadienses.
AS CLASES: SLEEPER PLUS OU ECONOMY?
No Transcanadiense hai dous tipos de clases ben diferenciadas. Por un lado a Sleeper Class, que ven a ser coma a primeira clase, e conta con cabinas privadas dobres ou individuais, pensión completa, e acceso ao vagón panorámico e distintas actividades como charlas de información turística ou cata de viños.
Por outro lado está a Economy Class, onde o viaxeiro vai en butaca reclinable e sen comidas incluídas. A diferenza de precio entre elas é considerable, sendo a Sleeper Class tan cara que só é recomendable se temos a sorte de atopar unha boa oferta.
A VIAXE EN SLEEPER CLASS
Gracias á sorte que tivemos de atopar un billete en esta clase a prezo tan asequible, gozamos de viaxar en tren desde Toronto á Jasper coma nunca o fixemos. O billete incluíanos una cabina individual para cada un, cousa que preferimos mellor que unha soa dobre, xa que así temos máis espazo. A cabina está ben equipada, xa que conta cun retrete, un pequeno lavabo plegable, luces, enchufes, ventilación e un asiento. Neste vídeo podedes ver como son estas cabinas.
Se tiramos dunha palanca que hai nun dos laterais, xa temos unha boa cama para durmir. O único malo de ter a cama desplegada é que nos impide usar o retrete, pero é que en tan pouco espazo non se poden pedir milagros. Neste vídeo os ensino como é a cabina coa cama desplegada.
O equipamento da cabina compleméntanse cunha bolsa (a podedes ver nos vídeos colgada ao carón da fiestra) con toallas, champú, xel e pastillas de xabrón. Hai duchas en cada vagón que son de uso común.
Viaxar en Sleeper Class inclúe tres comidas diarias: almorzo, xantar e cea. Como non hai espazo no vagón restaurante para todos, para cada unha delas chaman en turnos que se escollen previamente. Eu recomendo sempre o último turno, porque é o que máis se semella ao noso horario peninsular e ademáis non te apuran tanto para dar paso ao turno seguinte.
Na comida danche a escoller entre tres primeiros, tres segundos e sobremesa, e se pode considerar decente tendo en conta como se come por Norteamérica. O único malo é que ben podía vir incluido bebidas alcólicas lixeiras como unha cervexa ou un vaso de viño.
Outra vantaxe do Sleeper Class é a disponibilidade do vagón panorámico, que se agradece non só polas vistas, senon tamén polas actividades que se organizan nel como información turística ou cata de viños e cervezas.
A VIAXE EN ECONOMY CLASS
Moi ao noso pesar, non atopamos oferta na clase Sleeper Class para a nosa viaxe entre Jasper e Vancouver, polo que este traxecto tivemos que facelo en Economy Class (no noso caso,106€ persoa). Aquí en vez de cabina privada e pensión completa a viaxe se fai nunha butaca abatible (eso si, bastante cómoda) e tes que levar a tua propia comida ou xantar pagando no vagón restaurante.
Como o traxecto entre Jasper e Vancouver dura algo menos dun día ao final só pasamos unha noite nesta clase e a verdade é que durmimos bastante ben xa que os canadienses son bastante respetuosos e non houbo apenas ruido en todo o vagón durante a noite.
VIDA A BORDO DO TRANSCANADIENSE
Non hai nada que máis me guste que viaxar amodo e sen presas. E isto se cumple a bordo deste tren. Sen madrugar moito se escollemos o último turno do almorzo, e despois dun bo descanso (o movemento do tren a min axúdame durmir) a mañá vai pasando entre contemplar a paisaxe no vagón panorámico e ler un libro na cabina.
Ao mediodía volta outra vez ao vagón restaurante a compartir o xantar con outros pasaxeiros (sentan catro pasaxeiros por mesa, e é común que os vaian variando cada vez), cousa que é fantástica para relacionarse con outros viaxeiros. O resto do día vai pasando entre máis lectura, ver a paisaxe e as diferentes actividades no vagón panorámico, onde ademais podemos tomarnos un café, froita ou unhas galletas.
Así van pasando os días a bordo, con descanso, lectura, coñecendo xente e todo mentres ves como a paisaxe vai cambiando da taiga de coníferas ás pradeiras do centro do país, continuando coas Montañas Rocosas e rematando co bosque húmido do Pacífico. Se por min fose, sen dúbida non me importaría que a viaxe durase uns días máis tendo en conta o que gosto de viaxar así, sinceramente o único que botei en falla foi algunha paradiña durante o traxecto, xa que a única vez que pudimos baixar do tren durante un tempo suficiente para turistear un pouco foi na cidade de Winnipeg.
UNHA VIAXE ÚNICA…PARA OS AMANTES DO TREN
Está claro que se che chegaches ate este blog é porque gozas de viaxar en tren. Neste caso, estou convencido de que ésta será para ti unha experiencia única. Sen dúbida algunha, recomendo que escollas a Sleeper Class…sempre que atopes unha boa oferta, así que paciencia… e moita sorte!!
Isto é todo! E xa sabedes que como é habitual neste blog, se tedes algunha dúbida, queredes deixar aquí algún consello máis, ou simplemente queredes comentar ou compartir unha experiencia vosa similar, non dubidedes en poñer un comentario.
Neste post explícovos o que penso que é importante saber para viaxar por Europa en tren. Espero que vos sexa útil para gozar dunha viaxe como esta. E se ademais queredes ver o meu diario de viaxe co percorrido, visitas e gastos non tendes máis que pinchar neste enlace a outro post do meu blog.
· Que é o interrail?
O interrail é un billete único que te permite percorrer un país ou varios de Europa (dependendo do tipo de billete) válido para a maioría das compañías de tren do territorio europeo.
· Que países inclúe?
Case todos os da Unión Europea (Irlanda, Reino Unido, Portugal, España, Italia, Grecia, Francia, Bélxica, Holanda, Luxemburgo, Alemania, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Austria, Eslovenia, Croacia, Rumanía e Bulgaria), Noruega, Suiza, Bosnia Hercegovina, Serbia, Montenegro, Macedonia e Turquía. Son 30 países en total, ainda que en realidade son 29, xa que non inclúe o país de residencia do propietario do billete. Pódese decir polo tanto que cubre case toda a Europa excepto Estonia, Letonia, Lituania, Albania, Kosovo, Bielorusia, Ucrania, Moldavia e Rusia. Ainda que no estaría mal que incluíse tamén estes países, se o pensamos ben, cun só billete de interrail poderíamos chegar até a fronteira con Irán!
· Que tipos de billetes hai?
Hai só dous tipos de billetes:
O InterRail Global Pass, que inclúe todos os países que dixen no apartado anterior
O InterRail One Country Pass, válido para un só país a escoller, excepto o de residencia do propietario do billete
Antigamente tamén había un billete para grupo de países pero xa non existe.
Despois, dentro do Global Pass podemos escoller entre varios períodos de validez:
5 días entre 10 días: Válido para 5 días de uso do tren dentro de 10 días seguidos
10 días entre 22 días: Válido para 10 días de uso do tren dentro de 22 días seguidos
15 días contínuos: inclúe todos os días dentro dos 15 días
22 días contínuos: inclúe todos os días dentro dos 22 días
un mes contínuo: inclúe todos os días dentro dun mes
Polo que deberíades escoller a duración do billete en función do tempo que teñades para a viaxe e o que pensades estar nun sitio sen moverse. Se ides estar nos destinos varios días recoméndovos calquera dos dous primeiros.
Despois, a tarifa depende da idade:
Xoven: menos de 25 anos
Adulto: máis de 25 anos. É a máis cara
Adulto maior: 60 anos ou máis
Neno: de 4 a 11 anos
Por último, queda escoller entre:
Primeira clase: máis cómoda e con máis servizos… e máis cara
Segunda clase: a máis económica, ainda que penso que suficiente
Nós utilizamos o billete InterRail Global Pass, de un mes contínuo, para adultos e en segunda clase, que nos saíu a 658 € cada un. As tarifas as podedes consultar nesta páxina, así como tamén comprar o billete (tamén o podedes comprar nunha estación RENFE)
· Quen pode utilizar un billete de Interrail?
Só é válido para persoas residentes en Europa. En caso contrario hai a opción do billete do Eurail, que penso que é bastante similar ao do interrail.
· Cando e onde comeza a validez do billete do interrail?
Cando se compra o billete poñedes a data que queredes de inicio, e a partir de ese día que escolléchedes xa estará activo. O billete comeza a súa validez en calquer pais que inclúa o pase sempre e cando non sexa o de residencia. Ainda que neste caso, podemos optar por unha reducción do billete do tren do 30% até unha estación do tren da fronteira ou até un aeroporto para desplazarnos ao estranxeiro (nós utilizamos este desconto para ir de Compostela a Irún).
· Que trens inclúe?
Practicamente todos os dos países do pase, incluíndo nocturnos e os de alta velocidade. Pode ser que non entre algunha compañía que explote algunha liña privada mais son excepcións. Tamén inclúen algún tren urbano (estilo metro) e incluso algún ferri ou bus. Nestes últimos casos, se non están incluídos no billete, é bastante común que teñan descontos. Nesta páxina podedes descargar un mapa de todas as liñas.
· Hai que pagar algún suplemento antes de subir a algún tren?
Si. Algúns trens internacionais ou de alta velocidade necesitan facer antes unha reserva de plaza (xa que están limitadas), e en certos casos hai que pagar por elo. Os precios dependen do tren e do país. Nós, na nosa viaxe dun mes gastamos un total de 71€ por persoa nestas reservas.
· Como planifico a viaxe?
Para coñecer todos os horarios de tren de todos os países, reservas, etc… recoméndovos esta páxina. Eu é a que utilicei, e ademáis vin utilizar tamén a algúns vendedores de billetes das estacións.
· Como controla o billete o revisor?
Se para coller o tren é necesario reserva, é necesario ir pola billetería da estación (as máis grandes teñen xa ventanillas específicas para viaxes internacionais e interrail), enseñar o billete do interrail e facer a reserva (haxa que pagar ou non). Se non é necesario reserva non hai máis que subir directamente ao tren, ensinámoslle o noso billete do interrail ao revisor durante a viaxe, e xa está.
· Como é o billete e que teño que cubrir?
O billete indica principalmente o nome e DNI do usuario, pais de residencia, data de validez e tipo de pase. Ademáis, leva anexo unha folla para cubrir nós cos nosos datos persoais, tipo de tícket e os datos da viaxe, que penso que non é obligatorio, mais todo o mundo o levaba cuberto e algúns revisores o miraban. O último punto, o de datos da viaxe, hai que cubrir a data e hora de saída, e localidade de orixe e destino do tren, e algúns revisores o marcan cunha maquiniña.
· Que facer ao cruzar as fronteiras?
Dentro da Unión Europea, en todas as fronteiras dentro do tratado Schengen, non hai que facer nada, xa que se pode decir que non existen. Só temos que levar con nós sempre o DNI, igual que aqui. Para o resto dos países, ahi que levar pasaporte.
· Que debo levar como equipaxe imprescindible?
O mínimo posible, xa que temos que cargar con el toda a viaxe. Eu penso que o imprescindible é o seguinte: pouca roupa (un par de pantalóns, unhas camisetas, roupa interior, unha chaquetiña e un chuvasqueiro de emerxencia plegable), dous pares de zapatos (no verán cuns tenis e unhas chanclas é suficiente), a documentación (eu a levo nunha riñonera impermeable debaixo da roupa), unha gorra, gafas de sol, unha toalla de secado rápido, un móbil, un kit de aseo (pasta e cepillo de dentes, desodorante, xabrón, un tubiño de crema solar,…), e un saco de durmir se durmides en albergues ou no tren. A maiores, eu levei un pequeno botiquín, unha libreta para anotar cousas, unhas gafas de reposto, un cámara de fotos e unha tablet (moi útil para ver guías de viaxe e conversación, libros electrónicos, películas, conectarse a internet coa wifi, skype, etc…).
Todo isto debería caber nunha mochila, ainda que eu recomendo a maiores levar unha riñoneira ou unha especie de bolso de man para levar a documentación e cousas que se usen moito. Tendo en conta que nós despois enlazamos o interrail co Camiño de Santiago en bici, utilizamos alforxas da bici cun adaptador para convertilas en mochilas, que ainda que non teñen moito espazo (mais suficiente para levar o que dixen anteriormente) e son algo máis incómodas que unha mochila normal, teñen a vantaxe de que son impermeables.
· Que facer durante a viaxe en tren?
Contade con pasar moitas horas en tren. Especialmente se evitades os de alta velocidade (que soen ter prazas limitadas e coste de reserva) e se viaxades por países con vías e trens bastente obsoletos. O mellor que podedes facer para pasar as horas é aproveitar para falar e coñecer xente, mais cando eso non sexa posible eu recoméndovos levar unha tablet xa que ali podedes levar libros electrónicos, pelis, guias de viaxe, guias de conversación, xogos, etc…
· Onde durmir?
Loxicamente onde imos durmir dependerá do noso presuposto. Se o podemos permitir, unha opción é buscar hoteis ben de prezo. Para elo, é aconsellable buscar antes en internet (e incluso reservar en temporada alta) un preto da estación para non cargar moito coas mochilas. O seguinte escalón en prezo son os hostels ou albergues, bastante económicos pero tamén ruidosos e ollo cos roubos nalgúns deles. Non recomendo ir de cámping xa que non son moito máis baratos que os albergues e hai que cargar co material de acampada. Outra opción, a máis económica con diferenza e bastante utilizada por moitos usuarios do interrail con pouco presuposto, é a de coller trens nocturnos e durmir no tren.
· Onde comer?
Esta é outra variable que dependerá moito do noso presuposto. Como viaxeiro, especialmente se coincide coa viaxe en tren, haberá moitos días de xantar bocadillo e comida rápida. Mais recomendo tamén comer quente de vez en cando e de paso probar a gastronomía local. As veces, para aforrar uns cartiños, aconsellovos buscar apartamentos ou albergues con dereito a cociña.
· Canto diñeiro podo gastar na viaxe?
Como é lóxico dependerá sobre todo do aloxamento, comida, bebida (especialmente con alcol) e o precio do billete do interrail. Nós gastamos uns 2300€ cada un en un mes con absolutamente todo incluido: pase interrail gobal pass adulto (658€ o billete), durmindo case sempre de hotel, probando moita comida e bebida local, etc… podedes ver os gastos desglosados neste post. Ainda así, penso que é posible facelo por algo menos da metade se se durme en albergues e no tren, evitamos os restaurantes, frecuentamos pocos bares, visitamos países baratos, …
· Algún consello para aforrar máis?
Seguir os consellos do final da anterior pregunta é o mellor que podemos facer se queremos aforrar unha importante cantidade de diñeiro, mais tamén hai algúns trucos para gastar menos. Por exemplo, evitar as reservas dos trens buscando destinos alternativos, utilizar transporte urbano incluído no interrail, comprar nos supermercados os bocadillos, descargarse as guias turísticas de internet, buscar información e mapas nas oficinas de turismo, chamar a casa polo skype, etc… e se sabedes algún máis non dudedes compartilo nos comentarios.
· É aconsellable saber idiomas?
Saber idiomas é unha axuda moi importante para moverse no estranxeiro, para coñecer xente, pedir de comer, etc… ainda que non desenvolverse moi ben noutra lingua non é excusa para non saír da casa. Moita xente chega moi lonxe utilizando apenas catro palabras e unha guía de conversación; ten en conta que hoteis, restaurantes, etc… xa están acostumados a entenderse cos turistas. Ademáis, e isto o digo por experiencia, viaxar é a mellor forma de aprender idiomas. Vale máis un mes de viaxe polo estranxeiro que meses de academias de idiomas. A lingua máis útil na Europa é sen dúbida o inglés, que coñecen en todos os hoteis, oficinas de turismo e a maior parte dos viaxeiros. Aínda así, tamén son moi úteis o alemán e o francés aparte do español.
· Compensa respecto outras formas de viaxar?
Os que seguides este blog sabedes ben que xa fixen bastantes percorridos por Europa no meu coche, así que vou comparar o interrail respecto a que eu considero unha das mellores formas de coñecer Europa: o vehículo propio (ou de aluguer). Para empezar, o tren non te da a liberdade de coñecer lugares que si son facilmente accesibles en coche, moto ou autocaravana, como localidades pequenas, parques naturais, praias, etc…, polo que ao final co interrail só acabas visitando cidades. Ademáis, cun vehículo propio podemos aforrar bastante en aloxamento indo de cámping, hoteis de baixo custo nas aforas das cidades, …ou durmindo no propio vehículo. E hai que considerar tamén que o billete do interrail non é que sexa barato para adultos. Polo que penso, e esto é unha opinión persoal, que o interrail en moitos casos non compensa respecto o coche. Sí pode resultar máis barato se se viaxa só ou se ides dous menores de 26 anos (o billete é bastante máis económico), mais no resto dos casos penso que é máis barato viaxar en coche. De todos os xeitos, viaxar en tren tamén ten outras vantaxes, como que é máis descansado ao non ter que conducir, coñeces xente no tren, non tes problemas de buscar aparcamento, etc… É cuestión de gustos.
· Que lugares son os máis recomendables para ver?
Como dixen no apartado anterior, viaxando co interrail é común acabar visitando só cidades. Así que supoño que calquera que estivese nestes destinos estará de acordo conmigo que son paradas obligatorias París, Roma, Florencia, Venecia, Budapest, Praga, Cracovia, Berlín, Bruselas, Bruxas, Amsterdam e Estocolmo. Ainda que non imprescindibles, teño que decir que cidades como Milán, Gante, Dresde, Bratislava, Varsovia Ljubljana, Zagreb, Sarajevo ou Mostar tamén son interesantes. De todos os xeitos, esta é unha opinión moi persoal e seguro que vos sabedes tamén dalgún destino que paga a pena e que vos animo que compartades cun comentario. Por outro lado, non recomendo visitar co interrail Reino Unido ou Irlanda a non ser que se teña un pase único destes países, xa que o prezo da reserva para cruzar o Canal da Mancha me parece abusivo.
Suxerencias
Espero que estes consellos sexan de utilidade para a vosa viaxe en tren por Europa, e se tedes algunha pregunta máis, algunha suxestión, algún consello,… non dudedes en poñer un comentario!
En este post os explico lo que pienso que es importante saber para viajar por Europa en tren. Espero que os sea útil para disfrutar de un viaje como este. Y si además queréis ver mi diario de viaje con el recorrido, visitas y gastos no tenéis más que pinchar en este enlace a otro post de mi blog.
· ¿Qué es el interrail?
El interrail es un billete único que te permite recorrer un país o varios de Europa (dependiendo del tipo de billete) válido para la mayoría de las compañías de tren del territorio europeo.
· ¿Qué países incluye?
Casi todos los de la Unión Europea (Irlanda, Reino Unido, Portugal, España, Italia, Grecia, Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Alemania, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Austria, Eslovenia, Croacia, Rumanía y Bulgaria), Noruega, Suiza, Bosnia Hercegovina, Serbia, Montenegro, Macedonia y Turquía. Son 30 países en total, aunque en realidad son 29, ya que no incluye el país de residencia del propietario del billete. Se puede decir por lo tanto que cubre casi toda Europa excepto Estonia, Letonia, Lituania, Albania, Kosovo, Bielorusia, Ucrania, Moldavia y Rusia. Aunque no estaría mal que incluyera también estos países, si lo pensamos bien, con un sólo billete de interrail podríamos llegar hasta la frontera con Irán!
· ¿Qué tipos de billetes hay?
Hay sólo dos tipos de billetes:
El InterRail Global Pass, que incluye todos los países que dije en el apartado anterior
El InterRail One Country Pass, válido para un solo país a escoger, excepto el de residencia del propietario del billete
Antiguamente también había un billete para grupo de países pero ya no existe.
Después, dentro del Global Pass podemos escoger entre varios períodos de validez: 5 días entre 10 días: Válido para 5 días de uso del tren dentro de 10 días seguidos 10 días entre 22 días: Válido para 10 días de uso del tren dentro de 22 días seguidos 15 días contínuos: incluye todos los días dentro de los 15 días 22 días contínuos: incluye todos los días dentro de los 22 días un mes contínuo: incluye todos los días dentro de un mes
Por lo que deberíais escoger la duración del billete en función del tiempo que tengáis para el viaje y lo que pensáis estar en un sitio sin moverse. Si vais a estar en los destinos varios días os recomiendo cualquiera de los dos primeros.
Después, la tarifa depende de la edad: Joven: menos de 25 años Adulto: más de 25 años. Es la más cara Adulto mayor: 60 años o más Niño: de 4 a 11 años
Por último, queda escoger entre: Primera clase: más cómoda y con más servicios… y más cara Segunda clase: la más económica, aunque pienso que suficiente
Nosotros utilizamos el billete InterRail Global Pass, de un mes contínuo, para adultos y en segunda clase, que nos salió a 658 € cada uno. Las tarifas las podéis consultar en esta página, así como también comprar el billete (también lo podéis comprar en una estación RENFE).
· ¿Quién puede utilizar un billete de Interrail?
Sólo es válido para personas residentes en Europa. En caso contrario hay la opción del billete del Eurail, que pienso que es bastante similar al del interrail.
· ¿Cuándo y dónde comienza la validez del billete del interrail?
Cuando se compra el billete ponéis la fecha que queréis de inicio, y a partir de ese día escogido ya estará activo. El billete comienza su validez en cualqueir pais que incluya el pase siempre y cuando no sea el de residencia. Aunque en este caso, podemos optar por una reducción del billete del tren del 30% hasta una estación de tren de la frontera o hasta un aeropuerto para desplazarnos al extranjero (nosotros utilizamos este descuento para ir de Compostela a Irún).
· ¿Qué trenes incluye?
Prácticamente todos los de los países del pase, incluyendo nocturnos y los de alta velocidad. Puede ser que no entre alguna compañía que explote alguna línea privada pero son excepciones. También incluyen algún tren urbano (estilo metro) e incluso algún ferry o bus. En estos últimos casos, si no están incluidos en el billete, es bastante común que tengan descuentos. En esta página podéis descargar un mapa de todas las líneas.
· ¿Hay que pagar algún suplemento antes de subir a algún tren?
Sí. Algunos trenes internacionales o de alta velocidad necesitan hacer antes una reserva de plaza (ya que están limitadas), y en ciertos casos hay que pagar por ello. Los precios dependen del tren y del país. Nosotros, en nuestro viaje de un mes gastamos un total de 71€ por persona en estas reservas.
· ¿Cómo planifico el viaje?
Para conocer todos los horarios de tren de todos los países, reservas, etc… os recomiendo esta página. Yo es la que utilicé, y además la vi utilizar también a algunos vendedores de billetes de las estaciones.
· ¿Cómo controla el billete el revisor?
Si para coger el tren es necesario reserva, es necesario ir por la billetería de la estación (las más grandes tienen ya ventanillas específicas para viajes internacionales e interrail), enseñar el billete del interrail y hacer la reserva (haya que pagar o no). Si no es necesario reserva no hay más que subir directamente al tren, le enseñamos nuestro billete del interrail al revisor durante el viaje, y ya está.
· ¿Cómo es el billete y que tengo que cubrir?
El billete indica principalmente el nombre y DNI del usuario, país de residencia, fecha de validez y tipo de pase. Además, lleva anexo una hoja para cubrir nuestros datos personales, tipo de tícket y los datos del viaje, que pienso que no es obligatorio, pero todo el mundo lo llevaba cubierto y algunos revisores lo miraban. El último punto, lo de datos del viaje, hay que cubrir la fecha y hora de salida, localidad de origen y destino del tren, y algunos revisores lo marcan con una máquina.
· ¿Qué hacer al cruzar las fronteras?
Dentro de la Unión Europea, en todas las fronteras dentro del tratado Schengen, no hay que hacer nada, ya que se puede decir que no existen. Sólo tenemos que llevar con nosotros siempre el DNI, igual que aquí. Para el resto de los países, hay que llevar pasaporte.
· ¿Qué debo llevar como equipaje imprescindible?
El mínimo posible, ya que tenemos que cargar con él todo el viaje. Yo pienso que es imprescindible lo siguiente: poca ropa (un par de pantalones, unas camisetas, ropa interior, una chaqueta y un chubasquero de emergencia plegable), dos pares de zapatos (en verano con unos tenis y unas chanclas es suficiente), la documentación (yo la llevo en una riñonera impermeable debajo de la ropa), una gorra, gafas de sol, una toalla de secado rápido, un móvil, un kit de aseo (pasta y cepillo de dientes, desodorante, jabón, un tubo de crema solar,…), y un saco de dormir si dormís en albergues o en el tren. A mayores, yo llevé un pequeño botiquín, una libreta para anotar cosas, unas gafas de repuesto, una cámara de fotos y una tablet (muy útil para ver guías de viaje y conversación, libros electrónicos, películas, conectarse la internet con la wifi, skype, etc…).
Todo esto debería caber en una mochila, aunque yo recomiendo a mayores llevar una riñonera o una especie de bolso de mano para llevar la documentación y cosas que se usen mucho. Teniendo en cuenta que nosotros después enlazamos el interrail con el Camino de Santiago en bici, utilizamos alforjas de la bici con un adaptador para convertilas en mochilas, que aunque no tienen mucho espacio (pero suficiente para llevar lo que dije anteriormente) y son algo más incómodas que una mochila normal, tienen la ventaja de que son impermeables.
Contad con pasar muchas horas en tren. Especialmente si evitáis los de alta velocidad (que suelen tener plazas limitadas y coste de reserva) y si viajáis por países con vías y trenes bastante obsoletos. Lo mejor que podéis hacer para pasar las horas es aprovechar para hablar y conocer gente, pero cuando eso no sea posible yo os recomiendo llevar una tablet ya que allí podéis llevar libros electrónicos, pelis, guias de viaje, guias de conversación, juegos, etc…
· ¿Dónde dormir?
Lógicamente donde vamos a dormir dependerá de nuestro presupuesto. Si lo podemos permitir, una opción es buscar hoteles bien de precio. Para ello, es aconsejable buscar antes en internet (e incluso reservar en temporada alta) uno cerca de la estación para no cargar mucho con las mochilas. El siguiente escalón en precio son los hostels o albergues, bastante económicos pero también ruidosos y ojo con los robos en algunos de ellos. No recomiendo ir de cámping ya que no son mucho más baratos que los albergues y hay que cargar con el material de acampada. Otra opción, la más económica con diferencia y bastante utilizada por muchos usuarios del interrail con poco presupuesto, es la de subirse a trenes nocturnos y dormir en el tren.
· ¿Dónde comer?
Esta es otra variable que dependerá mucho de nuestro presupuesto. Como viajero, especialmente si coincide con el viaje en tren, habrá muchos días de almorzar bocadillo y comida rápida. Pero recomiendo también comer caliente de vez en cuando y de paso probar la gastronomía local. A veces, para ahorrar algo, os aconsejo buscar apartamentos o albergues con derecho la cocina.
· ¿Cuánto dinero puedo gastar en el viaje?
Como es lógico dependerá sobre todo del alojamiento, comida, bebida (especialmente con alcohol) y el precio del billete del interrail. Nosotros gastamos unos 2300 € cada uno en un mes con absolutamente todo incluido: pase interrail gobal pass adulto (658€ el billete), durmiendo casi siempre de hotel, probando mucha comida y bebida local, etc… podéis ver los gastos desglosados en este post. Aún así, pienso que es posible hacerlo por algo menos de la mitad si se duerme en albergues y en el tren, evitamos los restaurantes, frecuentamos pocos bares, visitamos países baratos, …
· ¿Algún consejo para ahorrar más?
Seguir los consejos del final de la anterior pregunta es lo mejor que podemos hacer si queremos ahorrar una importante cantidad de dinero, pero también hay algunos trucos para gastar menos. Como por ejemplo, evitar las reservas de los trenes buscando destinos alternativos, utilizar transporte urbano incluido en el interrail, comprar en los supermercados los bocadillos, descargarse las guias turísticas de internet, buscar información y mapas en las oficinas de turismo, llamar a casa por el skype, etc… y si sabéis alguno más no dudeis compartirlo en los comentarios
· ¿Es aconsejable saber idiomas?
Saber idiomas es una ayuda muy importante para moverse en el extranjero, para conocer gente, pedir de comer, etc… aunque no hablar muy bien otra lengua no es excusa para no salir de casa. Mucha gente llega muy lejos utilizando apenas cuatro palabras y una guía de conversación; ten en cuenta que hoteles, restaurantes, etc… ya están acostumbrados a entenderse con los turistas. Además, y esto lo digo por experiencia, viajar es la mejor forma de aprender idiomas. Vale más un mes de viaje por el extranjero que meses de academias de idiomas. La lengua más útil en Europa es sin duda el inglés, que conocen en todos los hoteles, oficinas de turismo y la mayor parte de los viajeros. Aun así, también son muy útiles el alemán y el francés aparte del español.
· ¿Compensa respeto otras formas de viajar?
Los que seguís este blog sabéis bien que ya hice bastantes recorridos por Europa en mi coche, así que voy a comparar el interrail respeto a lo que yo considero una de las mejores formas de conocer Europa: el vehículo propio (o de alquiler). Para empezar, el tren no te da la libertad de conocer lugares que sí son facilmente accesibles en coche, moto o autocaravana, como localidades pequeñas, parques naturales, playas, etc…, por lo que al final con el interrail sólo acabas visitando ciudades. Además, con un vehículo propio podemos ahorrar bastante en alojamiento yendo de cámping, hoteles de bajo coste en las afueras de las ciudades, …o durmiendo en el propio vehículo. Y hay que considerar también que el billete del interrail no es que sea barato para adultos. Por lo que pienso, y esto es una opinión personal, que el interrail en muchos casos no compensa respeto el coche. Sí pode resultar más barato si se viaja sólo o si vais dos menores de 26 años (el billete es bastante más económico), pero en el resto de los casos pienso que es más barato viajar en coche. De todas formas, viajar en tren también tiene otras ventajas, como que es más descansado al no tener que conducir, conoces gente en el tren, no tienes problemas de buscar aparcamento, etc… Es cuestión de gustos.
· ¿Que lugares son los más recomendables para ver?
Como dije en el apartado anterior, viajando con el interrail es común acabar visitando sólo ciudades. Así que supongo que cualquiera que estuviera en estos destinos estará de acuerdo conmigo que son paradas obligatorias París, Roma, Florencia, Venecia, Budapest, Praga, Cracovia, Berlín, Bruselas, Brujas, Amsterdam y Estocolmo. Aunque no imprescindibles, tengo que decir que ciudades como Milán, Gante, Dresde, Bratislava, Varsovia Ljubljana, Zagreb, Sarajevo o Mostar también son interesantes. De todas formas, esta es una opinión muy personal y seguro que vosotros sabéis también algún destino que valga la pena y que os animo que compartáis con un comentario. Por otro lado, no recomiendo visitar con el interrail Reino Unido o Irlanda a no ser que se tenga un pase único de estos países, ya que el precio de la reserva para cruzar el Canal de la Mancha me parece abusivo.
Sugerencias
Espero que estos consejos os sean de utilidad para vuestro viaje en tren por Europa, y se tenéis alguna pregunta más, alguna sugerencia, algún consejo,… no dudeis en poner un comentario!
Otros viajes míticos en tren que cuento en este blog:
Despois de varios anos percorrendo a Europa en coche, no ano 2013 tocou unha viaxe un pouco diferente: En tren, desde casa e con só unha mochila cada un por equipaxe. Como acostumamos a facer cando viaxamos, o destino decidímolo segundo a marcha ou como moito o dia anterior. Neste post comparto con vos o itinerario, o dia a dia da viaxe (dúas persoas, durante un mes) e os gastos.
Día 1: Compostela – Irún
Sempre que podemos gústanos empezar a viaxe desde casa, sen coller avión. Aínda que en principio planteámonos ir en avión ate París decidimos sair en tren da casa polo feito de facer a viaxe máis xenuina. Saímos da estación de Compostela sobre as nove da mañá, e chegamos a Irún xa ben entrada a tarde. O xusto para tomar uns pinchos que non voltaríamos probar nun mes.
Día 2: Irún – París
En poucas horas, o tren de alta velocidade TGV deixounos en París ao mediodía. Pouco tempo estivemos nesta cidade, que xa coñecemos e na que decidimos estar máis días á volta se tivésemos tempo. Pouco máis pudemos facer que buscar o aloxamento e ir a estación Gare de Lyon para reservar o billete para o día seguinte á Milán, previo pago da reserva (ver guia práctica) e modificación do traxecto.
Día 3: París – Milán
Segundo nos dixeron o día anterior na estación, o tren que vai directo a Milán tiña as plazas reservadas para o interrail cheas, así que nos buscaron unha ruta alternativa vía Lyon e Xenebra. Foi unha viaxe longa porque tivemos que enlazar tres trens mais era eso ou esperar varios días en París. Aínda así, a viaxe lévase ben sobre todo na última etapa Xenebra – Milán, xa que as paisaxes dos Alpes son impresionantes. Xa en Milán, tamén é impresionante a súa catedral, unha das máis fermosas de Europa, así como a boa comida italiana.
Día 4: Milán – Pádua con visita a Venecia
Tendo en conta os carísimos aloxamentos de Venecia, decidimos buscar para durmir en Pádua, bastante preto da cidade dos canais, e moitísimo máis barata. Pasar o día en Venecia foi o mellor que pudimos facer. Eu pensaba que ía ser a típica cidade artificial para turistas, mais é unha cidade fermosísima e única que non ten comparación con ningunha outra do mundo. Paga a pena pasear pola cidade, pasar pola Praza de San Pedro e darse unha volta polos canais, aínda que sexa nos numerosos «batobuses» que hai.
Día 5: Pádua – Ljubljana
Catro trens diferentes utilizamos para chegar á capital de Eslovénia. Os dous primeiros na Italia, con retrasos, moita calor e cheos de xente. Os dous segundos xa no país Balcánico: Trens pequenos, con poucos viaxeiros onde nos movíamos lentamente por unhas paixases fermosísimas. Foi coma empezar unha nova etapa na viaxe, na que abandonabamos o estrés italiano e nos introducíamos no tranquilo modo de vida dos países balcánicos. A influencia eslava deste pequeno país é evidente en cousas como o carácter das xentes e a gastronomía. A capital de nome impronunciable, Ljubljana, é un bó lugar para comezar a coñecer os Balcáns.
Día 6: Ljubljana – Zagreb
Dedicamos só unha mañá para coñecer a tranquila e pequena Ljubljana. É tempo suficente para dar un paseo relaxado polo centro e subir até o castelo. Ao mediodía collimos o tren que en pouco tempo nos deixou na nosa seguinte capital europea: Zagreb. De esta cidade, capital de Croacia, chamoume a atención que parece unha cidade máis centroeuropea que balcánica. Case podería decir que ten máis similitude con Munich que con Dubrovnik, por poñer uns exemplos. Mais iso só na arquitectura en xeral, xa que ten moito máis ambiente, especialmente nocturno. É un bó lugar para gozar dunha boa cea e tomarse unhas cervexas ate ben tarde (a nós, até nos invitaron a unhas).
Día 7: Zagreb – Split
Despois de bastantes horas nun lento tren que cruza até a costa, chegamos a Split xa caendo a tarde. O tempo xusto para ver o diferente que é de Zagreb. Split, é unha cidade mediterránea, o que quere decir que, aparte dunha arquitectura diferente á centroeuropea, é moito máis caótica, ruidosa e sucia que a capital croata. De todos os xeitos, penso que ten un interés histórico e cultural maior que Zagreb, polos seus restos arqueolóxicos, que non pudimos coñecer até o día seguinte.
Día 8: Split – Dubrovnik
Split ten un casco antigo que a fai única: Medrou dentro dun templo. Despois da destrucción do templo do emperador romano Diocleciano, xurdiu unha cidade entre as súas ruinas. Cómpre entón dar un paseíño polo seu centro, cousa que fixemos boa parte da mañá. Despois, collimos un bus até Dubrovnik, xa que non hai conexión por tren até aló, que nos deixou nesa cidade nunhas horas. En Dubrovnik, moita xente, turistas e ambiente até altas horas nesta bonita cidade amurallada, que aínda que está ben restaurada, é un pouquiño artificial.
Día 9: Dubrovnik – Mostar
Para chegar a Mostar tivemos que desplazarnos outra vez en autobús. E cruzar dúas veces a fronteira bosnio – croata co seu correspondente control de pasaportes. Mais estas incomodidades pagaron a pena, xa que Bosnia foi o país que máis nos gustou da viaxe. Mostar é unha cidade fermosísima nun país moi especial. Aínda que pobre, e con moitísimas pegadas da guerra que se poden ver en moitos dos seus edificios, a cidade ten un casco histórico ben restaurado entre unha paisaxe e arquitectura 100% balcánica con moitísima influencia musulmana, como se poden ver nas frecuentes mezquitas. Sen dúbida, é unha visita moi recomendable.
Día 10: Mostar – Sarajevo
Sarajevo é unha cidade que ten unha importancia enorme para os que nos gusta a historia. Xa non só pola sua ubicación, nun país balcánico e musulmán, se non tamén porque foi tristemente célebre por ser o lugar onde se desencadenou a I Guerra Mundial tras o asasinato do Archiduque Francisco Fernando de Austria, mais sobre todo polo seu asedio durante tres anos nas guerras balcánicas dos 90. Do primeiro suceso só queda unha plaquiña de recordo sobre o lugar do asasinato, mais da última guerra hai pegadas por toda a cidade. Entre edificios novos e restaurados (como o célebre Holiday Inn onde se aloxaban os periodistas durante o asedio) hai moitísimas vivendas cheas de restos de metralla ou morteros. Aínda que entre unha paisaxe fermosa rodeada de montañas, Sarajevo non é unha cidade moi bonita, mais para min foi unha parada imprescindible nesta viaxe, pola sua historia, pola sua xente, pola sua comida, … Posiblemente o lugar que máis me marcou en moito tempo.
Día 11: Sarajevo – Zagreb
Máis de 10 horas levounos percorrer os aproximadamente 400 quilómetros que separan as capitais, debido a un retraso (parece ser que por un roubo) e unha avería (os últimos quilómetros tivemos que facelos en bus). Sen dúbida, viaxar no tren de Sarajevo a Zagreb é como retroceder tres décadas no tempo, tendo en conta a idade do tren, as paradas en estacións vacías, a ausencia de aire acondicionado….mais tamén encontramos cousas boas de fai trinta anos que xa non vía, coma a cercanía da xente. Acostumados a vivir nunha sociedade indiviadualizada como a nosa, ver como persoas de estes lugares nos falan, se interesan por nos, e ate comparte a sua comida fai que a potencial tortura dunha viaxe tan longa sexa unha experiencia. Hai que decir que a viaxe faise en vagóns con varios compartimentos de seis prazas como os trens de fai moitos anos (e bastante habituais ainda no leste de Europa), o que facilita a interacción entre os viaxeiros. Chegamos a Zagreb sobre as 10 da noite. En calquera cidade non ibérica esto sería un problema para cear, buscar o hotel, tomar algo…mais non en Zagreb. Aqui parece que estamos en casa.
Día 12 Zagreb – Budapest
Aínda que os nosos plans eran continuar desde Sarajevo ate Belgrado e despois ir até Budapest por Rumanía non nos foi posible por cuestión de tempo e enlace de trens. Así que continuamos o noso percorrido polo leste de Europa cara a capital de Hungría via Zagreb nun tren parecido o da xornada anterior, aínda que un pouquiño (non moito) máis rápido. Tras moitos quilómetros atravesando a chaira da estepa húngara a presencia de enormes bloques de impersonais edificios de cemento da época soviética nos avisa da chegada a Budapest. Os arredores de Budapest non teñen nada que ver co seu centro, xa que os seus edificios delatan que no seu tempo foi unha das capitales europeas máis importantes.
Días 13 y 14: Budapest
Decidimos descansar en Budapest uns días, dedicando o tempo a pasear, alquilar unhas bicis (non o fagades en Budabike, que nos querían timar) e gozar da boa gastronomía. Son visitas imprescindibles o Barrio do Castelo, o Parlamento, os baños termais… mais o mellor é pasear e comer. Un bo lugar onde estar uns días.
Días 15: Budapest – Bratislava
Seguindo o percorrido polas capitales Europeas continuamos dirección Bratislava. Aínda que non ten fama de ser unha cidade moi bonita nin turística, a realidade é que recomendo pasar por aquí. A cidade é moi tranquila e cun bo ambiente para tomar unhas cervexas e cear con calma. E se tedes a sorte coma nós de pasar a noite no Hotel Danubia Gate, un hotel de luxo (até con jacuzzi) por 63.75 euros co almorzo non o dubidedes.
Día 16: Bratislava – Viena – Bratislava
Como non coñecíamos Viena decidimos pasar o dia na capital austríaca. Non recomendo dormir alí xa que é moi cara, así que paga a pena desplazarse desde Bratislava (a 60 quilómetros) aproveitando o billete Global Pass do interrail. Se non se chega moi tarde, penso que un día para pasear por Viena é suficiente, aínda que tendo tempo e ganas se lle podía dedicar varias xornadas. Mais para o meu gusto é unha cidade bastante impersoal e chea de turistas, polo que prefiro pasar mais tempo noutras cidades.
Día 17: Bratislava – Cracovia
Se non coñecedes Praga recoméndovos continuar a viaxe ate alí, mais coma nós xa estivemos cinco días hai uns anos decidimos continuar cara outro país que non coñeciamos: Polonia. Escollimos Cracovia para facer unha parada, xa que nos comentaron que a cidade pagaba a pena. Non nos defraudou, xa que aparte da sua pegada histórica (a diferenza de moitas cidades ao seu redor, Cracovia non foi destruída na segunda guerra mundial) ten lugares moi fermosos como a Plaza do Mercado ou o Castelo Real. Ademais ten boa comida e bos sitios para tomar unhas cervexas.
Días 18 y 19: Cracovia
Para visitar o Campo de Concentración de Auschwitz é necesario dedicarlle un día. Aínda que se pode chegar alí en tren incluido no billete do interrail, recomendo coller un bus que vai directo desde a estación de buses á carón da de tren, xa que é bastante máis rápido e non é nada caro. Sobre o campo de concentración non vou decir nada que non sepades. É unha visita desagradable, mais penso que importante para coñecer a historia e, sobre todo, até o que pode chegar facer o ser humano. Xa de novo Cracovia, o mellor é dedicarlle outro día para gozar desta cidade, especialmente tomando unhas cervexas polo Barrio Xudeu, unha das zonas con máis vida desta cidade.
Día 20: Cracovia – Varsovia
Debido á falta de tempo e a mala comunicación en tren quedámonos coas ganas de visitar a cidade ucraniana de Lviv, así que continuamos cara o norte co destino á capital polaca. O primeiro que chama a atención de Varsovia nada máis sair da estación de tren e o imponente Pazo da Cultura e da Ciencia, agasallo nos anos 50 da antiga URSS ao pobo polaco, e é ainda hoxe en día o edificio máis alto de Polonia. Xa no centro histórico, pode decirse que Varsovia é unha cidade moi animada e fermosa, e podo afirmar, non só pola miña opinión se non tamén a de outros viaxeiros, que é unha cidade digna dunha visita.
Día 21: Varsovia – Poznan
A ausencia de prazas para interrail nun tren directo a Berlin fixo que nos detivésemos na localidade polaca de Poznan. Foi un descobremento agradábel, xa que non é en absoluto fea e ten bos locais para comer e tomar cervexas. Ademais, como é menos turística que Varsovia ou Cracovia é bastante máis barata. Un bo sitio para pasar unha tarde de domingo.
Día 22: Poznan – Berlín
Aínda que Berlín xa é para nós unha cidade coñecida, decidimos volver. Non destaca pola sua beleza, mais é unha das capitais máis interesantes de Europa para quen lle guste a historia contemporánea. As pegadas da Berlin dividida durante case 30 anos fai a esta cidade única, mais tamén hai outros lugares interesantes como a Porta de Branderburgo ou a Potsdamer Platz. Neste enlace tes máis información sobre que ver e facer en Berlin.
Día 23: Berlín – Hamburgo
De volta á Europa occidental, os trens volven ser rápidos, cómodos,…. e máis individualistas. Xa case nos esquecéramos da alta velocidade, polo que sorprendeunos facer tantos quilómetros en pouco tempo. De Hamburgo, antiga cidade Hanseática con poucos restos de aquela época, pouco podo decir máis que a súa vida xira ao redor do seu importante porto. Aparte desto só me pareceu interesante a visita á torre do que queda da catedral (parcialmente destruída tras os bombardeos da segunda guerra mundial) e a cantidade de restaurantes portugueses, onde se pode comer un excelente bacallau para fuxir por un día da comida alemana.
Día 24: Hamburgo – Colonia
Así como o corazón de Hamburgo é o seu porto, o de Colonia (Köln en alemán) é a súa catedral. E a verdade é que é impresionante, mais tamén hai que decir que pouco hai máis que ver nesta cidade. Se hai outro destino na mente do viaxeiro que non quede moi lonxe de aqui non seria mala idea parar, ver a catedral, e continuar a viaxe. Ademais, se chegamos en tren, a estación central está xusto ao lado da catedral, polo que non é necesario facer outros desprazamentos. Mais pasar o dia na cidade tampouco é mala opción se te gustan as cervexas deste país.
Día 25: Colonia – Aquisgrán
Decidimos facer unha parada en Aquisgrán (Aachen en alemán) tendo en conta a importancia que ten esta cidade na historia de Europa. Supoñíamos que quedarían interesantes restos do seu pasado…mais non foi así. Non digo que pasar por aqui sexa un día perdido, só que apenas quedan pegadas da súa historia, mais hai que decir que aparte do seu acolledor centro, hai tamén bos sitios para tomar cervexas.
Día 26: Aquisgrán – Bruselas
Das tres cidades turísticamente máis importantes de Bélxica (Bruxas, Gante e Bruselas), xa só nos quedaba por coñecer a súa capital. E ao igual que as outras dúas, non nos defraudou en absoluto, especialmente grazas a fermosísima Grand Place. Recomendo polo tanto visitar esta cidade, e para o viaxeiro en interrail que nunca estivese neste país nin nos arredores o animo a visitar tamén Bruxas, Gante e Amsterdam. Se ese é o voso caso e facedes un percorrido similar ao noso interrail, recoméndovos desde Hamburgo seguir até Amsterdam e despois parar nestas tres cidades belgas.
Día 27: Bruselas – Lille
Francia é un país ben coñecido por nós, e aínda que xa pasamos algunha vez polo norte nunca nos detivemos en Lille. Así que aproveitamos a viaxe rumbo París para visitar esta cidade típicamente francesa, e así de paso volver a gozar da comida deste país. Ademais, viaxar por Francia non é caro se se teñen en conta certos consellos, como estes que explico neste post.
Día 28: Lille – París
París é deses lugares que aínda que xa coñeces, non te importa volver. Así que nada maís chegar e deixar as mochilas no hotel, non dubidamos en coller o metro para ir outra vez a Montmartre. Sen dúbida o mellor sitio onde ver o acabar o día nesta cidade.
Día 29: París
Dedicamos este día para pasear por París e tamén para visitar un lugar que non coñecíamos e está xa nos arredores desta cidade (aínda que se chega no metro): A Basílica de Saint Denís, de gran importancia histórica por ser a primeira iglesia gótica e por ter a tumbas dos reis de Francia. Se non coñecedes París recoméndovos estar aquí un par de días máis para ver a Torre Eiffel, o Louvre, Campos Elíseos, Montmartre, … e todos eses lugares míticos que oimos falar desta cidade.
Día 30: París – Burdeos
Como xa non quedaban sitios no tren para o interrail a outra hora, tivemos que sair xa ben entrada a tarde para Burdeos. Non nos importou, xa que tamén coñecíamos xa esta cidade francesa. Así que pode decirse que só paramos en Burdeos para pasar a última noite deste interrail 2013. Se ides con tempo, non sería mala idea pasar un día enteiro nesta cidade da Aquitania francesa.
Día 31: Burdeos – Irún
Aínda que o noso billete do interrail incluíanos este día para chegar a casa (eso sí, despois de Irún só cun desconto do 30%), xa tiñamos decidido acabar esta viaxe en tren por Europa en Irún. Así que, despois de baixar do tren e encher os nosos estómagos con boa comida vasca, dirixímonos a unha axencia de mensaxería para recoller as nosas bicicletas para volver a Compostela polo Camiño do Norte, mais eso xa é outra historia.
Gastos da viaxe (para duas persoas)
Billete interrail: 1379€
658€ cada un polo billete de InterRail Global Pass para adulto (entre 26 e 60 anos) de 1 mes, sen límite de viaxes
31.65€ cada un polo billete desde Compostela a Irún, incluído o desconto do 30%
Reservas de praza en certos trens: 142€
Hendaya – París: 18€ persoa
París – Lyon e Xenebra – Milán: 29€ persoa
Poznan – Berlin: 4€ persoa
Hamburgo – Colonia: 4€ persoa
Aquisgran – Bruselas: 4€ persoa
Lille – Paris: 6€ persoa
París – Burdeos: 6€ persoa
Aloxamento: 1705.85€ en total. Prezos por habitación doble e noite: (C.A: incluido o almorzo)
Irún: Pensión Bidasoa: 49.50€
París: Appartement Paris Cocoon Daumesnil: 79€ (apartamento, mais non recomendable)
Milán: Albergo Salermo: 58€ C.A.
Padua: Picola Padova: 57€ C.A. (casa particular)
Ljubljana: Hotel Park: 74€ C.A. (non encontramos outro mais barato)
Zagreb: Rooms Zagreb: 55€ (casa particular bonita e céntrica, mais bastante cara)
Split: 36€ (hostel simple e un pouco ruidoso)
Dubrovnik: Rooms Tomas: 50€ (casa particular con excelentes vistas ao porto)
Mostar: Motel Demadino: 50€ C.A. (moderno e cerca do centro)
Sarajevo: Bosnia Hotel: 60€ C.A. (bastante luxoso, moderno e céntrico)
Zagreb: Taban Hostel: 65€ C.A. (céntrico mais algo ruidoso)
Budapest: Inn Side Hotel: 65€ C.A.
Bratislava: Danubia Gate: 63.75€ C.A. (precio de risa para este hotel de super luxo)
Bratislava: Hotel Tatra: 59.40€ C.A. (unha porqueria comparado co anterior)
Cracovia: Old Time Hotel: 54€ C.A.
Cracovia: Hotel Tournet: 37.9€ C.A.
Varsovia: Apartamenty Zgoda: 41.5 € C.A.
Poznan: Blooms Inn and Apartaments: 41.3€ C.A.
Berlin: Hotel Allegra: 59€
Hamburgo: Alpha Hotel Garni: 50€ C.A.
Colonia: Cerano City Hotel Köln: 66.5€ C.A.
Aquisgrán: Hotel Stadtnah: 55€ C.A.
Bruselas: Atlas Hotel Brussels: 65€ C.A.
Lille: Ibis Styles Lille Centre Gare Beffroi: 59€ C.A.
París: Hôtel Montsoures Orleans: 55€ C.A.
Burdeos: Ibis Bordeaux Gare Saint-Jean: 61€
Outros gastos: 1451€ Inclúe todo o que fai falla para a viaxe de un mes sen contar tren e aloxamento: Comida, cañas, buses e metro, etc…
Total viaxe: 4678€ (2339€ cada un)
Se desexades máis información, podedes ver esta guia práctica, ou tamén deixar un comentario ou escribir a cabonorte2009@hotmail.es
Después de varios años recorriendo Europa en coche, en el año 2013 tocó un viaje un poco diferente: En tren, desde casa y con solo una mochila cada uno por equipaje. Como acostumbramos a hacer cuando viajamos, el destino lo decidimos según la marcha o como mucho el día anterior. En este post comparto con vosotros el itinerario, el día a día del viaje (dos personas, durante un mes) y los gastos.
Día 1: Compostela – Irún
Siempre que podemos nos gusta empezar el viaje desde casa, sin coger avión. Aunque en principio nos planteamos ir en avión hasta París decidimos salir en tren de casa por el hecho de hacer el viaje más genuino. Salimos de la estación de Compostela sobre las nueve de la mañana, y llegamos a Irún ya bien entrada la tarde. Lo justo para tomar unos pinchos, que no volveríamos probar en un mes.
Día 2: Irún – París
En pocas horas, el tren de alta velocidad TGV nos dejó en París al mediodía. Poco tiempo estuvimos en esta ciudad, que ya conocemos y en la que decidimos estar más días a la vuelta si tuviéramos tiempo. Poco más hizimos que buscar alojamiento e ir a la estación Gare de Lyon para reservar el billete para el día siguiente a Milán, previo pago de la reserva (ver guia práctica) y modificación del trayecto.
Día 3: París – Milán
Según nos dijeron el día anterior en la estación, el tren que va directo a Milán tenía las plazas reservadas para el interrail llenas, así que nos buscaron una ruta alternativa vía Lyon y Ginebra. Fue un viaje largo porque tuvimos que enlazar tres trenes pero era eso o esperar varios días en París. Aun así, el viaje se llevó bien sobre todo en la última etapa Ginebra – Milán, ya que los paisajes de los Alpes son impresionantes. Ya en Milán, también es impresionante su catedral, una de las más hermosas de Europa, así como la buena comida italiana.
Día 4: Milán – Pádua con visita a Venecia
Teniendo en cuenta los carísimos alojamientos de Venecia, decidimos buscar para dormir en Pádua, bastante cerca de la ciudad de los canales, y con mucho más barata. Pasar el día en Venecia fue lo mejor que pudimos hacer. Yo pensaba que iba a ser la típica ciudad artificial para turistas, pero es una ciudad hermosísima y única que no tiene comparación con ninguna otra del mundo. Pienso que vale la pena pasear por la ciudad, pasar por la plaza de San Pedro y darse una vuelta por los canales, aunque sea en uno de los numerosos «batobuses» que hay.
Día 5: Pádua – Ljubljana
Cuatro trenes diferentes utilizamos para llegar a la capital de Eslovenia. Los dos primeros en Italia, con retrasos, mucho calor y llenos de gente. Los dos segundos ya en el país Balcánico: Trenes pequeños, con pocos viajeros donde nos movíamos lentamente por unos paisajes hermosísimos. Fue como empezar una nueva etapa en el viaje, en la que abandonábamos el estrés italiano y nos introducíamos en el tranquilo modo de vida de los países balcánicos. La influencia eslava de este pequeño país es evidente en cosas como el carácter de las gentes y la gastronomía. La capital de nombre impronunciable, Ljubljana, es un buen lugar para comenzar a conocer los Balcanes.
Día 6: Ljubljana – Zagreb
Dedicamos sólo una mañana para conocer la tranquila y pequeña Ljubljana. Pienso que es tiempo suficente para dar un paseo relajado por el centro y subir hasta el castillo. A mediodía cogimos el tren que en poco tiempo nos dejó en nuestra siguiente capital europea: Zagreb. De esta ciudad, capital de Croacia, me llamó la atención que parece una ciudad más centroeuropea que balcánica. Casi podría decir que tiene más similitud con Munich que con Dubrovnik, por poner unos ejemplos. Pero eso sólo en la arquitectura en general, ya que tiene mucho más ambiente, especialmente nocturno. Es un buen lugar para disfrutar de una buena cena y tomarse unas cervezas hasta bien tarde (a nosotros, hasta nos invitaron la unas).
Día 7: Zagreb – Split
Después de bastantes horas en un lento tren que cruza el país hasta la costa, llegamos a Split cayendo la tarde. El tiempo justo para ver lo diferente que es de Zagreb. Split, es una ciudad mediterránea, lo que quiere decir que, aparte de una arquitectura diferente a la centroeuropea, es mucho más caótica, ruidosa y sucia que la capital croata. De todas formas, pienso que tiene un interés histórico y cultural mayor que Zagreb, por sus restos arqueológicos, que no pudimos conocer hasta el día siguiente.
Día 8: Split – Dubrovnik
Split tiene un casco antiguo que la hace única: Creció dentro de un templo. Después de la destrucción del templo del emperador romano Dioicleciano, surgió una ciudad entre sus ruinas. Hace falta dar un paseo por su centro, cosa que hicimos buena parte de la mañana. Después, cogimos un bus hasta Dubrovnik, ya que no hay conexión por tren hasta allí, que nos dejó en esa ciudad en unas horas. En Dubrovnik, mucha gente, turistas y ambiente hasta altas horas en esta bonita ciudad amurallada, que aunque está bien restaurada, es un poquito artificial.
Día 9: Dubrovnik – Mostar
Para llegar a Mostar tuvimos que desplazarnos otra vez en autobús. Y cruzar dos veces la frontera bosnio – croata con su correspondiente control de pasaportes. Pero estas incomodidades valerieron la pena, ya que Bosnia fue el país que más nos gustó del viaje. Mostar es una ciudad hermosísima en un país muy especial. Aunque pobre, y con muchísimas huellas de la guerra que se pueden ver en muchos de sus edificios, la ciudad tiene un casco histórico bien restaurado entre un paisaje y arquitectura 100% balcánica con muchísima influencia musulmana, como se pueden ver en las frecuentes mezquitas. Sin duda, es una visita muy recomendable.
Día 10: Mostar – Sarajevo
Sarajevo es una ciudad que tiene una importancia enorme para los que nos gusta la historia. Ya no sólo por su ubicación, en un país balcánico y musulmán, si no también porque fue tristemente célebre por ser el lugar donde se desencadenó la I Guerra Mundial tras el asesinato del Archiduque Francisco Fernando de Austria, pero sobre todo por su asedio durante tres años en las guerras balcánicas de los 90. Del primer suceso solo queda una placa de recuerdo sobre el lugar del asesinato, pero de la última guerra hay huellas por toda la ciudad. Entre edificios nuevos y restaurados (como el célebre Holiday Inn donde se alojaban los periodistas durante el asedio) hay muchísimas viviendas llenas de restos de metralla o morteros. Aunque entre un paisaje hermoso rodeada de montañas, Sarajevo no es una ciudad muy bonita, pero para mí fue una parada imprescindible en este viaje, por su historia, por su gente, por su comida, … Posiblemente el lugar que más me marcó en mucho tiempo.
Día 11: Sarajevo – Zagreb
Mas de 10 horas nos llevó recorrer los aproximadamente 400 kilómetros que separan las capitales, debido a un retraso (parece ser que por un robo) y una avería (los últimos kilómetros tuvimos que hacerlos en bus). Sin duda, viajar en el tren de Sarajevo a Zagreb es como retroceder tres décadas en el tiempo, teniendo en cuenta la edad del tren, las paradas en estaciones vacías, la ausencia de aire acondicionado….pero también encontramos cosas buenas de hace treinta años que ya no veía, como la cercanía de la gente. Acostumbrados a vivir en una sociedad indiviadualizada como la nuestra, ver cómo personas de estos lugares nos hablan, se interesan por nosotros, y hasta comparte su comida hace que la potencial tortura de un viaje tan largo sea una experiencia. Hay que decir que el viaje se hace en vagones con varios compartimentos de seis plazas como los trenes de hace muchos años (y bastante habituales aún en el este de Europa), lo que facilita la interacción entre los viajeros. Llegamos a Zagreb sobre las 10 de la noche. En cualquier ciudad no ibérica esto sería un problema para cenar, buscar el hotel, tomar algo…pero no en Zagreb. Aqui parece que estamos en casa.
Día 12 Zagreb – Budapest
Aunque nuestros planes eran continuar desde Sarajevo hasta Belgrado y después ir a Budapest por Rumanía no nos fue posible por cuestión de tiempo y enlace de trenes. Así que continuamos nuestro recorrido por el este de Europa hacia la capital de Hungría via Zagreb en un tren parecido al de la jornada anterior, aunque un poquito (no mucho) mas rápido. Tras muchos kilómetros atravesando la llanura de la estepa húngara, la presencia de enormes bloques de impersonales edificios de cemento de la época soviética nos avisa de la llegada a Budapest. Los alrededores de Budapest no tienen nada que ver con su centro, ya que sus edificios delatan que en su tiempo fue una de las capitales europeas más importantes.
Días 13 y 14: Budapest
Decidimos descansar en Budapest unos días, dedicando el tiempo a pasear, alquilar unas bicis (no lo hagáis en Budabike, que nos querían timar) y disfrutar de la buena gastronomía. Son visitas imprescindibles el Barrio del Castillo, el Parlamento, los baños termales… pero el mejor es pasear y comer. Un buen lugar donde estar unos días.
Días 15: Budapest – Bratislava
Siguiendo el recorrido por las capitales Europeas continuamos dirección Bratislava. Aunque no tiene fama de ser una ciudad muy bonita ni turística, la realidad es que recomiendo pasar por aquí. La ciudad es muy tranquila y con un buen ambiente para tomar unas cervezas y cenar con calma. Y si tenéis la suerte como nosotros de pasar la noche en el Hotel Danubia Gate, un hotel de lujo (hasta con jacuzzi) por 63.75 euros con el desayuno no lo dudéis.
Día 16: Bratislava – Viena – Bratislava
Como no conocíamos Viena decidimos pasar el día en la capital austríaca. No recomiendo dormir allí ya que es muy cara, y pienso que vale la pena desplazarse desde Bratislava (a 60 kilómetros) aprovechando el billete Global Pass del interrail. Si no se llega muy tarde, pienso que un día para pasear por Viena es suficiente, aunque teniendo tiempo y ganas se le podía dedicar varias jornadas. Pero para mi gusto es una ciudad bastante impersoal y llena de turistas, por lo que prefiero pasar mas tiempo en otras ciudades.
Día 17: Bratislava – Cracovia
Si no conocéis Praga os recomiendo continuar el viaje hasta allí, pero como nosotros ya estuvimos cinco días hace unos años decidimos continuar hacia otro país que no conocíamos: Polonia. Escogimos Cracovia para hacer una parada, ya que nos comentaron que era una ciudad que valía la pena. No nos defraudó, ya que aparte de su huella histórica (a diferencia de muchas ciudades a su alrededor, Cracovia no fue destruída en la segunda guerra mundial) tiene lugares muy hermosos como la Plaza del Mercado o el Castillo Real. Además tiene buena comida y buenos sitios para tomar unas cervezas.
Días 18 y 19: Cracovia
Para visitar el Campo de Concentración de Auschwitz es necesario dedicarle un día. Aunque se puede llegar allí en tren incluido en el billete del interrail, recomiendo coger un bus que va directo desde la estación de buses al lado de la de tren, ya que es bastante más rápido y no es nada caro. Sobre el campo de concentración no voy decir nada que no sepais. Es una visita desagradable, pero pienso que importante para conocer la historia y, sobre todo, hasta qué punto puede llegar hacer el ser humano. Ya de nuevo en Cracovia, lo mejor es dedicarle otro día para disfrutar de esta ciudad, especialmente tomando unas cervezas por el Barrio Judío, una de las zonas con más vida de esta ciudad.
Día 20: Cracovia – Varsovia
Debido a la falta de tiempo y la mala comunicación en tren nos quedamos con las ganas de visitar la ciudad ucraniana de Lviv, así que continuamos hacia el norte con el destino a la capital polaca. Lo primero que llama la atención de Varsovia nada más salir de la estación de tren es el imponente Palacio de la Cultura y de la Ciencia, regalo en los años 50 de la antigua URSS al pueblo polaco, y es aún hoy en día el edificio más alto de Polonia. Ya en el centro histórico, puede decirse que Varsovia es una ciudad muy animada y hermosa, y puedo afirmar, no sólo por mi opinión si no también por la de otros viajeros, que es una ciudad digna de una visita.
Día 21: Varsovia – Poznan
La ausencia de plazas para interrail en un tren directo a Berlin hizo que nos detuviéramos en la localidad polaca de Poznan. Fue un descubrimiento agradable, ya que no es en absoluto fea y tiene buenos locales de comer y tomar cervezas. Además, como es menos turística que Varsovia o Cracovia es bastante más barata. Un buen sitio para pasar una tarde de domingo.
Día 22: Poznan – Berlín
Aunque Berlín ya es para nosotros una ciudad conocida, decidimos volver. Pienso que no destaca por su belleza, pero es una de las capitales más interesantes de Europa para quien le guste la historia contemporánea. Las huellas de la Berlin dividida durante casi 30 años hace de esta ciudad única, pero también hay otros lugares interesantes como la Puerta de Branderburgo o la Potsdamer Platz. En este enlace tienes mas información sobre qué ver y hacer en Berlin.
Día 23: Berlín – Hamburgo
De vuelta a la Europa occidental, los trenes vuelven a ser rápidos, cómodos,…. e individualistas. Ya casi nos habíamos olvidado de la alta velocidad, por lo que nos sorprendió hacer tantos kilómetros en poco tiempo. De Hamburgo, antigua ciudad Hanseática con pocos restos de aquella época, poco puedo decir más que su vida gira alrededor de su importante puerto. Aparte desto sólo me pareció interesante la visita a la torre de lo que queda de la catedral (parcialmente destruida tras los bombardeos de la segunda guerra mundial) y la cantidad de restaurantes portugueses, donde se puede comer un excelente bacalao para huir por un día de la comida alemana.
Día 24: Hamburgo – Colonia
Así como el corazón de Hamburgo es su puerto, el de Colonia (Köln en alemán) es su catedral. Y la verdad es que es impresionante, pero también hay que decir que poco hay más que ver en esta ciudad. Si hay otro destino en la mente del viajero que no quede muy lejos de aqui no seria mala idea parar, ver la catedral, y continuar el viaje. Además, si llegamos en tren, la estación central está justo del lado de la catedral, por lo que no es necesario hacer otros desplazamientos. Pero pasar el día en la ciudad tampoco es mala opción si te gustan las cervezas de este país.
Día 25: Colonia – Aquisgrán
Decidimos hacer una parada en Aquisgrán (Aachen en alemán) teniendo en cuenta la importancia que tiene esta ciudad en la historia de Europa. Suponíamos que quedarían interesantes restos de su pasado…pero no fue así. No digo que pasar por aquí sea un día perdido, sólo que apenas quedan huellas de su historia, pero hay que decir que aparte de su acogedor centro, hay también buenos sitios para tomar cervezas.
Día 26: Aquisgrán – Bruselas
De las tres ciudades turísticamente más importantes de Bélgica (Brujas, Gante y Bruselas), ya sólo nos quedaba por conocer su capital. Y al igual que las otras dos, no nos defraudó en absoluto, especialmente gracias a la hermosísima Grand Place. Recomiendo por lo tanto visitar esta ciudad, y para el viajero en interrail que nunca estuviera en este país ni en los alrededores les anímo a visitar también Brujas, Gante y Amsterdam. Si ese es vuestro caso y hacéis un recorrido similar a nuestro interrail, os recomiendo desde Hamburgo seguir hasta Amsterdam y después parar en estas tres ciudades belgas.
Día 27: Bruselas – Lille
Francia es un país bien conocido por nosotros, y aunque ya pasamos alguna vez por el norte nunca nos detuvimos en Lille. Así que aprovechamos el viaje rumbo París para visitar esta ciudad típicamente francesa, y así de paso volver a disfrutar de la comida de este país. Ademáis, viajar por Francia no es caro si se tienen en cuenta ciertos consejos, como estos que explico en este post.
Día 28: Lille – París
París es de esos lugares que aunque ya conoces, no te importa volver. Así que nada más llegar y dejar las mochilas en el hotel, no dudamos en coger el metro para ir otra vez a Montmatre. Sin duda el mejor sitio donde ver acabar el día en esta ciudad.
Día 29: París
Dedicamos este día para pasear por París y también para visitar un lugar que no conocíamos y está ya a las afueras de esta ciudad (aunque se llega en metro): La Basílica de Saint Denís, de gran importancia histórica por ser la primera iglesia gótica y por tener la tumbas de los reyes de Francia. Si no conocéis París os recomiendo estar aqui un par de días más para ver la Torre Eifell, el Louvre, Campos Elíseos, Montmatre, … y todos esos lugares míticos que oimos hablar de esta ciudad.
Día 30: París – Burdeos
Como ya no quedaban sitios en el tren para el interrail a otra hora, tuvimos que salir ya bien entrada la tarde para Burdeos. No nos importó, ya que también conocíamos esta ciudad francesa. Así que puede decirse que sólo paramos en Burdeos para pasar la última noche de este interrail 2013. Si vais con tiempo, no sería mala idea pasar un día entero en esta ciudad de la Aquitania francesa.
Día 31: Burdeos – Irún
Aunque nuestro billete de interrail nos incluía aún este día para llegar a casa (eso sí, después de Irún sólo con un descuento del 30%), ya habíamos decidido acabar este viaje en tren por Europa en Irún. Así que, después de bajar del tren y llenar nuestros estómagos con buena comida vasca, nos dirigimos a una agencia de mensajería para recoger nuestras bicicletas para volver a Compostela por el Camino del Norte, pero eso ya es otra historia.
Gastos del viaje (para dos personas)
Billete interrail: 1379€
– 658€ cada uno por el billete de InterRail Global Pass para adulto (entre 26 y 60 años) de 1 mes, sin límite de viajes
– 31.65€ cada uno por el billete desde Compostela a Irún, incluido el descuento del 30%
Reservas de plaza en ciertos trenes: 142€
– Hendaya – París: 18€ persona
– París – Lyon y Ginebra – Milán: 29€ persona
– Poznan – Berlin: 4€ persona
– Hamburgo – Colonia: 4€ persona
– Aquisgran – Bruselas: 4€ persona
– Lille – Paris: 6€ persona
– París – Burdeos: 6€ persona
Alojamiento: 1705.85€ en total. Precios por habitación doble y noche: (C.D: incluido el desayuno)
– Irún: Pensión Bidasoa: 49.50€
– París: Appartement Paris Cocoon Daumesnil: 79€ (apartamento, pero no recomendable)
– Milán: Albergo Salermo: 58€ C.D.
– Padua: Picola Padova: 57€ C.D. (casa particular)
– Ljubljana: Hotel Park: 74€ C.D. (no encontramos otro mas barato)
– Zagreb: Rooms Zagreb: 55€ (casa particular bonita y céntrica, pero bastante cara)
– Split: 36€ (hostel simple y un poco ruidoso)
– Dubrovnik: Rooms Tomas: 50€ (casa particular con excelentes vistas al puerto)
– Mostar: Motel Demadino: 50€ C.D. (moderno y cerca del centro)
– Sarajevo: Bosnia Hotel: 60€ C.D. (bastante lujoso, moderno y céntrico)
– Zagreb: Taban Hostel: 65€ C.D. (céntrico pero algo ruidoso)
– Budapest: Inn Side Hotel: 65€ C.D.
– Bratislava: Danubia Gate: 63.75€ C.D. (precio de risa para este hotel de super lujo)
– Bratislava: Hotel Tatra: 59.40€ C.D. (una porqueria comparado con el anterior)
– Cracovia: Old Time Hotel: 54€ C.D.
– Cracovia: Hotel Tournet: 37.9€ C.D.
– Varsovia: Apartamenty Zgoda: 41.5 € C.D.
– Poznan: Blooms Inn and Apartaments: 41.3€ C.D.
– Berlin: Hotel Allegra: 59€
– Hamburgo: Alpha Hotel Garni: 50€ C.D.
– Colonia: Cerano City Hotel Köln: 66.5€ C.D.
– Aquisgrán: Hotel Stadtnah: 55€ C.D.
– Bruselas: Atlas Hotel Brussels: 65€ C.D.
– Lille: Ibis Styles Lille Centre Gare Beffroi: 59€ C.D.
– París: Hôtel Montsoures Orleans: 55€ C.D.
– Burdeos: Ibis Bordeaux Gare Saint-Jean: 61€
Otros gastos: 1451€ Incluye todo lo que hace falla para el viaje de un mes sin contar tren y alojamiento: Comida, cañas, buses y metro, etc…
Total viaje: 4678€ (2339€ cada uno)
Si quereis más información, podeis ver esta guia práctica, dejar un comentario o escribir a cabonorte2009@hotmail.es