Diario de un viaje por el norte del continente americano
EL VIAJE
Después de varios viajes por Europa en coche, y del Interrail del año anterior, decidimos esta vez cambiar de destino y hacer el viaje del verano por el continente americano, concretamente por la zona más septentrional de Norteamérica. Las razones por la que escogimos este destino fueron variadas, pero sobre todo fue la naturaleza salvaje de estos lugares lo que más peso tomó en la decisión.
Guía práctica de un viaje de Toronto a Vancouver en el mítico tren Transcanadiense.
¿POR QUÉ EN TREN?
Todos sabemos que hacer un viaje de más de 4000km en tren no es la forma más económica y aun mucho menos la más rápida de desplazarse. De hecho, entre las ciudades de Toronto y Vancouver hay varios vuelos diarios que duran unas tres horas y media y cuestan menos de 400€. Así que, si llegaste hasta aquí, ya doy por hecho que no sólo quieres desplazarte entre estas dos ciudades, sino que además buscas la esencia de un viaje mítico.
Siempre me gustó viajar en tren, y me quedé especialmente enganchado a este medio de transporte hace un año cuando hice un Interrail por Europa (y que compartí aquí en forma de diario de viaje y consejos); así que el siguiente paso era hacer un largo viaje de varios días (concretamente cuatro días), disfrutando del movimiento del vagón, el tiempo de ocio en la cabina, el encuentro con otros viajeros, las paradas en medio de la nada y, sobre todo, ver como cambia el paisaje a lo largo de los días.
NUESTRO VIAJE
Después de estar unos días en Toronto, y tras hacer una parada previa en las Azores, nuestra idea del viaje era cruzar Canadá hasta la costa Oeste, para estar allí un par de semanas conociendo la zona de Vancouver e Isla Vancouver y el estado de Washington en los Estados Unidos. Además, antes de llegar a la costa Oeste, queríamos detenernos al menos una semana en las Montañas Rocosas de Canadá, para disfrutar de los paisajes de sus Parques Nacionales. Y así hicimos al final, complementando todo esto con el Transcanadiense como cuento en esta entrada.
¿UNOS MOCHILEROS EN PRIMERA CLASE…ES POSIBLE?
Al día siguiente de llegar la Toronto, y aún sin tener claro cómo cruzar el país, decidimos echarle un vistazo a la web de la compañía de trenes canadiense (Viarail) para ver lo costaba el billete… pero la decepción fue enorme, ya que no bajaba de los 2000€ persona.
Ya con el vistazo puesto en la opción de cruzar Canadá en avión o autobús (en los conocidos Greyhound) que nos permitían hacer el mismo desplazamiento por unos 400€, gracias a su insomnio mi pareja encontró esta página de ofertas para el billete del Transcanadiense, que permite hacer el mismo trayecto, y en unas fechas concretas, por un precio muy inferior al habitual (en nuestro caso, 525€ persona). Gracias a esto fue cómo nosotros, dos mochileros que viajan por libre, hicimos el viaje en este tren.
El TREN TRANSCANADIENSE
El Transcanadiense sale de la Union Station de Toronto a las 22h los martes y sábados con destino Vancouver, a dónde llegará tras algo más de cuatro días y casi 4500km. Para quién no esté dispuesto a hacer todo ese trayecto de una vez, también puede parar en las ciudades de Winnipeg y/o Jasper y estar allí unos días. Esta última opción fue la que escollimos nosotros, ya que hicimos escala en Jasper una semana para ver las Rocosas Canadienses.
LAS CLASES: SLEEPER PLUS O ECONOMY?
En el Transcanadiense hay dos tipos de clases bien diferenciadas. Por un lado la Sleeper Class, que viene a ser como la primera clase, y cuenta con cabinas privadas dobles o individuales, pensión completa, y acceso al vagón panorámico y distintas actividades como charlas de información turística o cata de vinos.
Por otro lado está la Economy Class, donde el viajero va en butaca reclinable y sin comidas incluidas. La diferencia de precio entre ellas es considerable, siendo la Sleeper Class tan cara que sólo es recomendable si tenemos la suerte de encontrar una buena oferta.
El VIAJE EN SLEEPER CLASS
Gracias a la suerte que tuvimos de encontrar un billete en esta clase a precio tan asequible, disfrutamos de viajar en tren desde Toronto a Jasper como nunca lo hicimos. El billete nos incluía una cabina individual para cada uno, cosa que preferimos mejor que una sola doble, ya que así tenemos más espacio. La cabina está bien equipada, ya que cuenta con un retrete, un pequeño lavabo plegable, luces, enchufes, ventilación y un asiento. En este vídeo podéis ver como son estas cabinas.
Si tiramos de una palanca que hay en uno de los laterales, ya tenemos una buena cama para dormir. Lo único malo de tener la cama desplegada es que nos impide usar el retrete, pero es que en tan poco espacio no se pueden pedir milagros. En este vídeo os muestro cómo es la cabina con la cama desplegada.
El equipamento de la cabina se complementa con una bolsa (la podéis ver en los vídeos colgada a un lado de la ventana) con toallas, champú, gel y pastillas de jabón. Hay duchas en cada vagón que son de uso común.
Viajar en Sleeper Class incluye tres comidas diarias: desayuno, comida y cena. Como no hay espacio en el vagón restaurante para todos, para cada una de ellas llaman en turnos que se escogen previamente. Yo recomiendo siempre el último turno, porque es el que más se adapta a nuestro horario peninsular y además no te apuran tanto para dar paso al turno siguiente.
En la comida te dan a escoger entre tres primeros, tres segundos y postre, y se puede considerar decente teniendo en cuenta cómo se come por Norteamérica. Lo único malo es que podía tener incluido bebidas alcólicas ligeras como una cerveza o un vaso de vino.
Otra ventaja del Sleeper Class es la disponibilidad del vagón panorámico, que se agradece no sólo por las vistas, si no también por las actividades que se organizan en él como información turística o cata de vinos y cervezas.
El VIAJE EN ECONOMY CLASS
Muy a nuestro pesar, no encontramos oferta en la clase Sleeper Class para nuestro viaje entre Jasper y Vancouver, por lo que este trayecto tuvimos que hacerlo en Economy Class (en nuestro caso, 106€ persona). Aquí en vez de cabina personal y pensión completa el viaje se hace en una butaca abatible (eso sí, bastante cómoda) y tienes que llevar tu propia comida o comer pagando en el vagón restaurante.
Como el trayecto entre Jasper y Vancouver dura algo menos de un día al final sólo pasamos una noche en esta clase y la verdad es que dormimos bastante bien, ya que los canadienses son bastante respetuosos y no hubo apenas ruido en todo el vagón durante la noche.
VIDA A BORDO DEL TRANSCANADIENSE
No hay nada que más me guste que viajar despacio y sin prisas. Y esto se cumple a bordo de este tren. Sin madrugar mucho si escogimos el último turno del desayuno, y después de un buen descanso (el movimiento del tren a mí me ayuda a dormir) la mañana va pasando entre contemplar el paisaje en el vagón panorámico y leer un libro en la cabina.
Al mediodía vuelta otra vez al vagón restaurante a compartir mesa con otros pasajeros (sientan cuatro pasajeros por mesa, y es común que los vayan variando cada vez), cosa que es fantástica para relacionarse con otros viajeros. El resto del día va pasando entre más lectura, ver el paisaje y las diferentes actividades en el vagón panorámico, donde además podemos tomarnos un café, fruta o unas galletas.
Así van pasando los días a bordo, con descanso, lectura, conociendo gente y todo mientras ves cómo el paisaje va cambiando de la taiga de coníferas a las praderas del centro del país, continuando con las Montañas Rocosas y acabando con el bosque húmedo del Pacífico. Si por mí fuera, sin duda no me importaría que el viaje durara unos días más teniendo en cuenta lo que disfruto viajando así, sinceramente lo único que eché en falta fue alguna parada más durante el trayecto, ya que la única vez que pudimos bajar del tren durante un tiempo suficiente para turistear un poco fue en la ciudad de Winnipeg.
UN VIAJE ÚNICO…PARA LOS AMANTES DEL TREN
Claro está que si llegaste hasta este blog es porque disfrutas de viajar en tren. En este caso, estoy convencido de que ésta será para ti una experiencia única. Sin duda alguna, recomiendo que elijas la Sleeper Class…siempre que encuentres una buena oferta, así que paciencia… y mucha suerte!!
Esto es todo! Y ya sabeis que como es habitual en este blog, si teneis alguna duda, quereis dejar aquí algún consejo más, o simplemente quereis comentar o compartir una experiencia vuestra similar, no dudeis en poner un comentario.
Guía práctica dunha viaxe de Toronto a Vancouver no mítico tren Transcanadiense.
PORQUE EN TREN?
Todos sabemos que facer unha viaxe de máis de 4000km en tren non é a forma máis económica e aínda moito menos a máis rápida de desprazarse. De feito, entre as cidades de Toronto e Vancouver hai varios voos diarios que duran unhas tres horas e media e costan menos de 400€. Así que, se chegaches ate aquí, xa dou por feito que non só queres desprazarte entre estas dúas cidades, senón que ademais andas a buscar a esencia dunha viaxe mítica.
Sempre me gustou viaxar en tren, e quedeime especialmente enganchado a este medio de transporte fai un ano cando fixen un Interrail por Europa (e que compartín aquí en forma de diario de viaxe e consellos); así que o seguinte paso era facer unha longa viaxe de varios días (concretamente catro días), gozando do movemento dos vagóns, o tempo de lecer na cabina, o encontro con outros viaxeiros, as paradas no medio da nada e, sobre todo, ver como cambia a paisaxe ao longo dos días.
A NOSA VIAXE
Despois de estar uns días en Toronto, e tras facer unha parada previa nos Azores, a nosa idea da viaxe era cruzar Canadá ate a costa Oeste, para estar alí un par de semanas coñecendo a zona de Vancouver e Illa Vancouver e o estado de Washington nos Estados Unidos. Ademais, antes de chegar á costa Oeste, queríamos deternos ao menos unha semana nas Montañas Rocosas de Canadá, para gozar das paisaxes dos seus Parques Nacionais. E así fixemos ao final, complementando todo esto co Transcanadiense como conto nesta entrada.
UNS MOCHILEROS EN PRIMEIRA CLASE…É POSIBLE?
Ao día seguinte de chegar a Toronto, e aínda sen ter claro como cruzar o país, decidimos botarlle unha ollada á web da compañía de trens canadiense (Viarail) para ver o custe do billete… pero a decepción foi enorme, xa que non baixaba dos 2000€ persoa.
Xa coa ollada posta na opción de cruzar Canadá en avión ou autobús (nos coñecidos Greyhound) que nos permitían facer o mesmo desprazamento por uns 400€, gracias ao seu insomnio a miña parella atopou esta páxina de ofertas para o billete do Transcanadiense, que permite facer o mesmo traxecto, e nunhas datas concretas, por un precio moi inferior ao habitual (no noso caso, 525€ persoa). Grazas a isto foi como nós, dous mochileros que viaxan por libre, fixemos a viaxe neste tren.
O TREN TRANSCANADIENSE
O Transcanadiense sae da Union Station de Toronto as 22h os martes e sábados con destino Vancouver, a onde chegará tras algo máis de catro días e case 4500km. Para o que non esté disposto a facer todo ese traxecto dunha vez, tamén se pode parar nas cidades de Winnipeg e/ou Jasper e estar alí uns días. Esta última opción foi a que escollimos nós, xa que fixemos escala en Jasper unha semana para ver as Rocosas Canadienses.
AS CLASES: SLEEPER PLUS OU ECONOMY?
No Transcanadiense hai dous tipos de clases ben diferenciadas. Por un lado a Sleeper Class, que ven a ser coma a primeira clase, e conta con cabinas privadas dobres ou individuais, pensión completa, e acceso ao vagón panorámico e distintas actividades como charlas de información turística ou cata de viños.
Por outro lado está a Economy Class, onde o viaxeiro vai en butaca reclinable e sen comidas incluídas. A diferenza de precio entre elas é considerable, sendo a Sleeper Class tan cara que só é recomendable se temos a sorte de atopar unha boa oferta.
A VIAXE EN SLEEPER CLASS
Gracias á sorte que tivemos de atopar un billete en esta clase a prezo tan asequible, gozamos de viaxar en tren desde Toronto á Jasper coma nunca o fixemos. O billete incluíanos una cabina individual para cada un, cousa que preferimos mellor que unha soa dobre, xa que así temos máis espazo. A cabina está ben equipada, xa que conta cun retrete, un pequeno lavabo plegable, luces, enchufes, ventilación e un asiento. Neste vídeo podedes ver como son estas cabinas.
Se tiramos dunha palanca que hai nun dos laterais, xa temos unha boa cama para durmir. O único malo de ter a cama desplegada é que nos impide usar o retrete, pero é que en tan pouco espazo non se poden pedir milagros. Neste vídeo os ensino como é a cabina coa cama desplegada.
O equipamento da cabina compleméntanse cunha bolsa (a podedes ver nos vídeos colgada ao carón da fiestra) con toallas, champú, xel e pastillas de xabrón. Hai duchas en cada vagón que son de uso común.
Viaxar en Sleeper Class inclúe tres comidas diarias: almorzo, xantar e cea. Como non hai espazo no vagón restaurante para todos, para cada unha delas chaman en turnos que se escollen previamente. Eu recomendo sempre o último turno, porque é o que máis se semella ao noso horario peninsular e ademáis non te apuran tanto para dar paso ao turno seguinte.
Na comida danche a escoller entre tres primeiros, tres segundos e sobremesa, e se pode considerar decente tendo en conta como se come por Norteamérica. O único malo é que ben podía vir incluido bebidas alcólicas lixeiras como unha cervexa ou un vaso de viño.
Outra vantaxe do Sleeper Class é a disponibilidade do vagón panorámico, que se agradece non só polas vistas, senon tamén polas actividades que se organizan nel como información turística ou cata de viños e cervezas.
A VIAXE EN ECONOMY CLASS
Moi ao noso pesar, non atopamos oferta na clase Sleeper Class para a nosa viaxe entre Jasper e Vancouver, polo que este traxecto tivemos que facelo en Economy Class (no noso caso,106€ persoa). Aquí en vez de cabina privada e pensión completa a viaxe se fai nunha butaca abatible (eso si, bastante cómoda) e tes que levar a tua propia comida ou xantar pagando no vagón restaurante.
Como o traxecto entre Jasper e Vancouver dura algo menos dun día ao final só pasamos unha noite nesta clase e a verdade é que durmimos bastante ben xa que os canadienses son bastante respetuosos e non houbo apenas ruido en todo o vagón durante a noite.
VIDA A BORDO DO TRANSCANADIENSE
Non hai nada que máis me guste que viaxar amodo e sen presas. E isto se cumple a bordo deste tren. Sen madrugar moito se escollemos o último turno do almorzo, e despois dun bo descanso (o movemento do tren a min axúdame durmir) a mañá vai pasando entre contemplar a paisaxe no vagón panorámico e ler un libro na cabina.
Ao mediodía volta outra vez ao vagón restaurante a compartir o xantar con outros pasaxeiros (sentan catro pasaxeiros por mesa, e é común que os vaian variando cada vez), cousa que é fantástica para relacionarse con outros viaxeiros. O resto do día vai pasando entre máis lectura, ver a paisaxe e as diferentes actividades no vagón panorámico, onde ademais podemos tomarnos un café, froita ou unhas galletas.
Así van pasando os días a bordo, con descanso, lectura, coñecendo xente e todo mentres ves como a paisaxe vai cambiando da taiga de coníferas ás pradeiras do centro do país, continuando coas Montañas Rocosas e rematando co bosque húmido do Pacífico. Se por min fose, sen dúbida non me importaría que a viaxe durase uns días máis tendo en conta o que gosto de viaxar así, sinceramente o único que botei en falla foi algunha paradiña durante o traxecto, xa que a única vez que pudimos baixar do tren durante un tempo suficiente para turistear un pouco foi na cidade de Winnipeg.
UNHA VIAXE ÚNICA…PARA OS AMANTES DO TREN
Está claro que se che chegaches ate este blog é porque gozas de viaxar en tren. Neste caso, estou convencido de que ésta será para ti unha experiencia única. Sen dúbida algunha, recomendo que escollas a Sleeper Class…sempre que atopes unha boa oferta, así que paciencia… e moita sorte!!
Isto é todo! E xa sabedes que como é habitual neste blog, se tedes algunha dúbida, queredes deixar aquí algún consello máis, ou simplemente queredes comentar ou compartir unha experiencia vosa similar, non dubidedes en poñer un comentario.