Os meus lugares favoritos para ver a época castrexa
Nesta nova entrada, comparto con vós os que para min son os mellores lugares para ver a época castrexa na Galiza fóra dos museos. Foi difícil decidir cales, xa que temos unha morea de bos exemplos por todo o territorio, mais supoño que moitos concordaredes conmigo de que estes son dos máis importantes. Todos están xeolocalizados en GoogleMaps, polo que non hai máis que escribilo no buscador para chegar a eles.
Os castros, poboados fortificados da idade do ferro, son as pegadas máis visibles da cultura castrexa na Galiza. Aínda que gran parte deles están baixo a terra, hoxe en día podemos gozar dun bo número de castros escavados e mesmo dalgunha reconstrucción (con maior ou menor éxito), ademais de centros de interpretación. Estes son algúns dos meus favoritos:
Comezarei polo Castro de San Cibrao de Las (no Concello de San Amaro), non só por ser un dos máis grandes da Galiza, senón tamén por ter ao seu carón o Centro Arqueolóxico da Cultura Castrexa. A visita (que pode ser guiada) paga a pena, tanto do castro como do Centro Arqueolóxico.
Outro castro ben coñecido, tanto por ser do que máis tempo leva escavado, como pola súa espectacular ubicación, é o Castro de Santa Trega (A Garda).
As vistas desde o alto, coa desembocadura do Miño e o Atlántico ao fondo, é espectacular. Ademais, conta coa reconstrucción dalgunha vivenda, aínda que se adapta de forma dubidosa á realidade.
A non moitos quilómetros ao Norte da cidade de Lugo, en plena Terra Chá, podemos visitar outro importante castro, o Castro de Viladonga (Castro de Rei), onde se poden ver con moita claridade as murallas do poboado. Ten, tamén, centro de interpretación.
De volta á costa, non se podía deixar de falar dun dos castros máis coñecidos pola súa espectacular ubicación: o Castro de Baroña (Porto do Son). Así coma a maior cantidade dos castros soen encontrarse nos altos (outeiros, cuíñas,…), polo seu carácter defensivo, este castro está ubicado nunha fermosa península en plena Ría de Muros e Noia.
No interior da Galiza, non podemos esquecer tamén un castro como o de Castromao (Celanova). A pouca distancia do castro, hai unha recreación dun poboado castrexo.
En época de sequía, cando as augas do Encoro de Belesar o permiten, recomendo visitar tamén o Castro de Candaz (Chantada), sobre todo pola súa especial ubicación e o entorno.
Por último, aínda que non se encontra ao carón de ningún castro, senón dentro da vila de Lalín, non se debe de descartar unha visita a Castrodeza, como Centro de Interpretación da Cultura Castrexa.
Estos son, polo tanto, os que para min son os mellores lugares para visitar a época castrexa na Galiza. Se che gustaría engadir algún máis, ou tes algunha pregunta sobre eles, non dubides en escribir un comentario.
12 Consejos tras los dos primeros años de viajes con nuestro hijo
Después de dos años viajando por varios países europeos con nuestro hijo Xaquín, comparto aquí algunos consejos sobre la documentación, el transporte (ya sea en coche, avión, tren o autocaravana), el carrito o el sistema de porteo, cómo hacer con la comida, las visitas a los lugares turísticos, el alojamiento, el equipaje,… y más cosas que pienso os pueden ser útiles para viajar con vuestro bebé.
DOCUMENTACIÓN PARA VIAJAR
Para ir a cualquier país dentro de la Unión Europea se debe llevar siempre el DNIdel bebé y, fuera de la Unión Europea, el pasaporte. Además, se debe ir con el libro de familia y el libro de las vacunas. Dentro de la Unión Europea se debe llevar también la Tarjeta Sanitaria Europea. Fuera de la Unión Europea, recomiendo hacer también un seguro médico
TRANSPORTE: VIAJAR EN COCHE
En todos los viajes que hicimos con nuestro bebé utilizamos el coche, ya sea el propio o de alquiler. Y, aunque a Xaquín nunca hasta ahora le gustó viajar en coche, hay que intentar hacer el viaje lo más entretenido posible. Para ello, nosotros (aunque no nos gusta que esté demasiado tiempo con las pantallas), llevamos siempre un móvil o una tablet, que suele entretenerlo bastante (y es mucho mejor que llevarlo llorando).
También recomiendo hacer bastantes paradas, para no hacerle el trayecto pesado, por lo que es mejor no hacer muchos kilómetros seguidos. Es bueno también tapar las ventanillas traseras con un parasol (y si hace mucho sol, incluso una gasa).
Respecto al maletero, decir que el carrito es lo que más ocupa, así que, si tenemos un coche pequeño y el bebé tiene menos de 6 meses, es una buena opción dejar el carrito en casa (nosotros así hicimos en dos viajes y no lo echamos de menos).
Si alquilamos un coche, recomiendo no escoger un coche demasiado pequeño si llevamos carrito (estilo Fiat Panda, Citroen C1,…), ya que el maletero es muy insuficiente. En nuestro caso, cuando alquilamos nos dieron un Volkswagen Polo en Grecia, un Opel Corsa en Austria y un Volvo V60 en Suecia, y en todos (especialmente el Volvo, claro), en el maletero cabía el carrito.
Respecto la silla, mejor con ISOFIX y a contramarcha. Es la que usamos en nuestro coche. En cambio, cuando alquilamos la silla nunca (salvo en Suecia) nos la dieron con ISOFIX, y siempre fue con el cinturón y en el mismo sentido de marcha
TRANSPORTE: VIAJAR EN AVIÓN
Una de las grandes ventajas de viajar en el avión es que si es menor de 2 años no paga nada por el asiento. Eso supone un ahorro muy importante. Eso sí, deberá ir siempre en el asiento de un adulto. Tampoco pueden cobrar la silla como equipaje.
Una vez en el avión, lo mejor es hacer que coincida la hora que duerma con la del vuelo, así por ejemplo, si volamos por la tarde, pues intentar mantenerlo despierto hasta que la siesta coincida con el vuelo. Y en cuanto despierte, entretenerlo jugando con él, pintando o con algún video. Recordad siempre subir al avión agua, algo de comida, por lo menos un pañal y algún juguete.
TRANSPORTE: VIAJAR EN TREN
El tren es el medio de transporte que más le gusta a nuestro hijo Xaquín. No va atado a una silla, tiene más libertad de movimiento, puede levantarse por el vagón, es más fácil ir al baño,… Para nosotros es también muy cómodo y, además, no paga.
Lo hemos utilizado muchas veces, sobre todo en nuestro viaje por Austria, República Checa, Alemania, Suecia y en los desplazamientos desde Galicia a Madrid. Sin duda, el medio de transporte más cómodo para todos.
TRANSPORTE: VIAJAR EN AUTOCARAVANA
En estos 2 años hicimos un viaje en autocaravana, cuando Xaquín sólo tenía 5 meses. Alquilamos una del tipo cámper que, viajando con un bebé se nos quedó bastante pequeña, así que recomiendo buscar una algo más grande.
En este viaje, y teniendo en cuenta que Xaquín era aún muy pequeño, llevar el carrito fue completamente inútil (de echo, no lo sacamos del maletero). También fue algo difícil bañarlo, ya que para llenar la bañera portátil necesita mucha agua que vacía mucho el depósito. Por lo demás, fue una buena experiencia que intentaremos repetir en cuanto podamos.
TRANSPORTE URBANO
En el tranporte urbano, que también es gratis para el bebé, el mejor medio es sin duda el metro. Salvo en horas punta, por lo general siempre se puede acceder con el carrito y tiene bastante espacio.
En algunos buses y tranvías la cosa no suele ser tan fácil, ya que o no tienen espacio o tienen escaleras para subir. En estos casos, recomiendo, a ser posible, salir de paseo con porteo en vez de carrito. Otra opción muy buena para ver una ciudad, es alquilar una bici con silla portabebé.
EL CARRITO Y EL PORTEO
Según nuestra experencia, el carrito (y sobre todo con el capacho), fue bastante inútil hasta que Xaquín cumplió más o menos 6 meses. Hasta esa edad utilizamos principalmente el porteo, ya que ocupa muy poco espacio, es más cómodo para nosotros y él siempre lo prefirió.
Entre los 6/7 meses hasta el año y medio usamos ambos, silla y porteo. Este último cada vez menos a media que crecía. A partir del año y medio, usamos de forma casi en exclusiva la silla. Los sistemas de porteo que usamos son un foulard desde que nació hasta los 5/6 meses, y después uno de marca Manduca. Ambos cumplieron muy bien.
Respecto a los carritos, usamos hasta que Xaquín tuvo un año y tres meses uno de marca Bugaboo, del que estábamos muy satisfechos pero que se nos hacía bastante incómodo para viajar en avión, ya que era de desmontar. Por esa razón, compramos después uno de plegar, de la marca Nikimotion, del que estamos muy contentos y aún usamos ahora.
Aunque no pliega tanto como los de «tipo paraguas», es de rueda grande, algo muy importante para pasear por firmes en mal estado (empedrados, Grecia, etc,…). Por tanto, respecto a carritos, para viajar nunca recomiendo los de rueda pequeña.
VISITAS A MUSEOS Y OTROS LUGARES TURÍSTICOS
Según nuestra experiencia estos dos años, sólo decir que visitar museos, centros de interpretación, distintos monumentos no fue nada difícil. Lo primero, aunque no paga entrada, se debe tener en cuenta que hay que sacarla igual, algo de importancia cuando se reserva (por ejemplo, en la Alhambra de Granada).
Después, recomiendo también hacer coincidir la visita con una hora en la que suela dormir. Otra curiosidad es que, conforme fue creciendo, cada vez se fue haciendo más difícil entretenerlo, pero nunca fue motivo para no visitar estos lugares. Simplemente en cuanto se aburre se hace un descanso, se entretiene con otra cosa, y se continúa con la visita (dejad siempre tiempo de más).
Por último, en estos lugares, mejor siempre el porteo que el carrito, ya que suelen dormir más. Además, en muchos de ellos sólo es posible ir de esta manera, ya que es imposible acceder con un carrito. (por ejemplo, ruinas arqueológicas como Numancia, o el Partenón de Atenas)
RUTAS DE SENDERISMO
Nosotros realizamos algunas rutas de senderismo en nuestros viajes. Para ello, lo mejor sin duda es, otra vez, el porteo. De esta forma se puede afrontar prácticamente cualquier ruta. En cuanto el bebé empieza a crecer cada vez se va haciendo más difícil llevarlo de esta manera, sobre todo debido al peso, aunque hay sistemas muy buenos para seguir llevándolo.
Nosotros, hasta poco más de un año, siempre lo llevamos porteado en las rutas. Después, si la ruta iba por caminos no muy difíciles, llevamos el carrito (ya que es de rueda grande) y, siempre que nos fue posible, después del año y tres meses, en bicicleta (hay que decir que nosotros somos muy aficionados a la bici).
EL ALOJAMIENTO
Ya sea ir de hotel, hostal o casa rural, viajar con un bebé es muy fácil y económico. Lo primero que debemos mirar es si aceptan bebés, pero casi todos los alojamientos los aceptan.
Además, en muchos de ellos no cobran nada por los niños de menos de 2 años, así que no nos debemos preocupar del aspecto económico.
A la hora de dormir, hay alojamientos donde no nos cobran por la cuna o nos cobran muy poco, así que tampoco debemos preocuparnos por ello. Lo que sí tenemos que tener en cuenta, es que en algunos alojamientos pequeños pueden no disponer de cunas, o también pueden estar ocupadas, sobre todo si vamos en temporada alta; por esta razón es bueno avisar antes de reservar.
En nuestro caso, como practicamos el colecho (es decir, el bebé duerme con nosotros en nuestra cama), buscamos alojamientos a ser posible con cama grande o dobles pegadas, a las que acoplamos una balda para que no caiga el bebé.
En viajes donde no nos es posible llevar una balda, buscamos siempre alojamientos con cama doble pegada, ya que es más grande, y el bebé duerme entre nosotros.
LA COMIDA
Antes de nada, deciros que Xaquín, nuestro bebé, se alimentó principalmente de leche materna hasta el año de edad, algo que es comodísimo a la hora de viajar. De todas formas, a partir de los seis meses le fuimos introduciendo comida sólida, y cada vez más hasta ahora, con dos años, donde la leche materna es muchísimo más esporádica
Antes del año, y de forma ocasional, sobre todo al mediodía y a la tarde – noche, le dábamos de comer algo de papilla o (muy raramente) algún potito, sobre todo si estábamos de ruta. En estes casos pedíamos que nos la calentasen un rato en el microondas del restaurante.
Como también comía algo de comida de adultos como fruta, pasta o carne, siguiendo el método BLW, a ser posible buscábamos alojamientos con cocina, para hacer su propia comida. Si después pasábamos el día de excursión, llevamos con nosotros un pequeño termo y bolsa térmica para mantener su temperatura.
Según fue creciendo, sobre todo a partir del año, todo fue siendo más fácil, ya que suele comer de nuestra comida en los restaurantes o buféts. Así que rara vez tenemos que pedir algo específico para él, ya que siempre come algo de nuestra comida (patatas, arroz, carne, pan,…)
Para darle de comer, muchos restaurantes y alojamientos tienen tronas, algo que resulta muy cómodo. De todas formas, si viajamos en nuestro coche, llevamos en el maletero una trona portátil de unir a la silla, que nos fue muy útil en determinadas ocasiones.
EL EQUIPAJE
El equipaje depende mucho de la época y la zona a dónde vayáis, y de otros factores como vuestras aficiones, o la duración de vuestra estancia. Esto es lo que llevamos con nosotros para nuestro bebé:
Una maleta con la ropa del bebé. No es necesario llevar mucha ropa, ya que en la actualidad hay multitud de lavanderías autoservicio donde se puede lavar y secar la ropa mientras tomas un café, y a precios económicos. Además, algunos alojamientos, como casas rurales, suelen tener lavadora.
Un neceser con cosas del bebé para su aseo, medicinas, …
Pañales: Mejor no llevar muchos. Ocupan mucho espacio, y se pueden comprar en cualquier supermercado.
Una bañera portátil si viajamos en nuestro coche, ya que es muy útil para lavar el bebé en los hoteles. Si no la llevamos, lo lavaremos en la bañera del hotel o, si no tiene bañera, en la ducha con nosotros (o incluso, algo más seguro, en el lavabo)
Un pequeño bolso térmico para la comida cuando es muy bebé. Para mantenerla a la temperatura adecuada.
Una trona portátil. Si tenemos sitio para llevarla, puede ser muy cómoda en ciertos lugares.
Jabón para lavar ropa y unas pinzas. Porque a veces, tendremos que lavar a mano algo de ropa de nuestro bebé.
Unos baberos y cambiadores desechables. Como vamos estar fuera bastante tiempo, ayudan mucho a la hora de comer o cambiarlos en los bares y restaurantes, por ejemplo.
Una mochila para las excursiones con lo básico: Unos pañales, cambiador, toallitas, algo de muda de repuesto, gorra, agua…
LOS VIAJES
Estos dos años con Xaquín visitamos varios lugares por la Península desde Galicia (Pirineos, Portugal, Madrid, Extremadura, tres veces a Andalucía, varias veces a Asturias,…). También estuvimos en Francia, Grecia, Austria, Alemania, República Checa, Dinamarca y Suecia.
Aunque no publiqué todos estos viajes, sí algunos, que podéis ver en los siguientes enlaces, donde hablo de las rutas, consejos y todos los gastos:
Viajar con un bebé supone poco gasto a mayores que viajando sólo dos adultos: Casi no pagan suplemento en la mayoría de los alojamientos, no paga entrada en casi todos los lugares turísticos, etc…
Se puede visitar casi cualquier lugar, incluso rutas de senderismo, siendo el porteo de gran ayuda
A ser posible, mientras el bebé no coma como un adulto, es mejor reservar alojamientos con cocina, simplifica mucho su alimentación
Llevad siempre un pequeño bolso térmico para mantener la temperatura de su comida en las excursiones
Si tenemos espacio en el coche, no es mala idea llevar una bañera y trona portátil
Llevad siempre una mochila con algunos pañales, cambiador, toallitas y algo de muda de repuesto
Viajar con un bebé aumenta mucho el número de imprevistos: deja siempre tiempo para ellos.
Mejor llevar el alojamiento reservado. Nosotros lo solemos hacer uno o dos días antes, o incluso sólo unas horas antes, para poder ir planificando la ruta durante el viaje.
No llevar demasiada ropa, e ir lavando durante el viaje.
Por tanto, recomiendo siempre viajar con el bebé. Para nosotros fue una experiencia inolvidable, y que hemos disfrutado día tras día.
Hasta aquí nuestro recorrido y los consejos que considero más importantes para viajar con un bebé. Como es costumbre en este blog, si tenéis alguna duda o queréis aportar algún consejo más, no dudéis en escribir un comentario!
Os meus lugares favoritos para ver o
megalitismo e a Idade de Bronce
Nesta nova entrada, comparto con vós os que para min son os mellores lugares para ver o megalitismo e a Idade do Bronce na Galiza fóra dos museos.
Foi difícil decidir cales, xa que temos unha morea de bos exemplos por todo o territorio, mais supoño que moitos concordaredes conmigo de que istos son dos máis importantes.
Todos están xeolocalizados en GoogleMaps, polo que non hai máis que escribilo no buscador para chegar a eles.
O MEGALITISMO
Galiza é unha terra onde non é
difícil ver as pegadas do megalitismo. Por iso, palabras como mámoa,
anta ou pedrafita, son moi familiares para nós. Espalladas polo
territorio, encontramos numerosas mostras deste pasado neolítico,
ainda que en demasiados casos en estados de conservación moi
deteriorados, debido sobre todo aos expolios ao longo dos séculos,
ou os danos da maquinaria agrícola ou forestal nas épocas máis
recentes.
A pesar disto, a día de hoxe podemos
gozar de moitos lugares onde ver estas xoias de épocas pasadas.
Estes son algúns dos meus favoritos:
Antas ou dolmens:
Se hai un dolmen preparado para as visitas é o Dolmen de Dombate (Cabana de Bergantiños). Completamente restaurado, protexido e con centro de interpretación.
Preto do Dolmen de Dombate podemos observar gran cantidade destes monumentos funerarios megalíticos, algúns incluídos na Ruta dos Dolmens, como pode ser a Pedra da Arca ou a Pedra Cuberta (Vimianzo).
Dentro da provincia da Coruña, tamén podemos ver outros dolmens importantes como o de Axeitos (Ribeira), Cabaleiros (Tordoia) ou Forno do Mouros (Toques).
En Terras da Limia, destacan pola súa monumentalidade a Casiña da Moura e o Foxo do Lobo (Muiños). A todos eles é moi fácil acceder.
Pedrafitas ou menhires:
Ás veces é moi dificil identificar e localizar este tipo de monumento megalítico, xa que moitos deles acabaron como marcos, lindes de fincas ou simplemente ocultos nos montes.
Pola súa fácil visualización, identificación e acceso, destaco sobre todo estes dous: a Lapa de Gargantáns (Moraña) e a Pedra Alta da Antela (Sarreaus), ambos se poden visitar de forma moi fácil, preto das estradas e mesmo están sinalizados.
Este último serve, ademáis, como marco entre os Concellos de Sarreaus, Vilar de Barrio e Xunqueira de Ambía.
Crómlech:
Máis difícil de ver na Galiza son os crómlech, xa que moitas das pedras que os constitúen ficaron esquecidas baixo terra ou mesmo reutilizadas para diversas funcións.
Un dos crómlech que se pode visitar máis facilmente é o Círculo Lítico da Roda (Barreiros). Este crómlech, segundo o sinal que hai ao seu carón, está datado na Idade de Bronce.
A IDADE DO BRONCE
Se hai algo característico da Idade do Bronce na Galiza son os petróglifos. Ainda que os hai en moitísimos lugares de todo o territorio galego, é na zona do Suroeste onde temos unha maior concentración deles.
Os mellores grupos de petróglifos para visitar penso que son os de Campo Lameiro, Mogor (Marín) e Tourón (Ponte Caldelas).
Están os tres bastante próximos e os tres están moi ben conservados, teñen unha ruta sinalizada e ate contan cun centro de interpretación.
De estes tres sen dúbida o máis coñecido é o de Campo Lameiro, onde está o Parque Arqueolóxico da Arte Rupestre, que conta con diversas actividades e visitas guiadas.
Outro lugar interesante, que todo apunta a ser datado na idade de bronce, é o Altar da Adai (Lugo). A poucos quilómetros da cidade de Lugo podemos ver esta rocha con unhas 15 cavidades ao redor e unha máis grande interior, que posiblemente fose o piso dun santuario.
Moi preto del, podemos ver tamén varios petróglifos, unha anta e un posible crómlech.
Un lugar sen dúbida moi especial, ainda que no día que escribo isto non ten sinalización e ten difícil acceso.
Estos son, polo tanto, os que para min
son os mellores lugares para visitar o megalitismo e a arte rupestre
na Galicia. Se te gustaría engadir algún máis, ou tes algunha
pregunta sobre eles, non dubides en escribir un comentario.
Un viaje por libre de 31 días por Austria, Alemania y República Checa con un niño de un año y ocho meses
EL VIAJE
Así fue nuestro último viaje en el mes de julio y agosto por una parte de Centroeuropa, visitando Austria, Alemania y República Checa.
No es la primera vez que vamos a estos países, ni la segunda, ni siquiera la tercera, aunque en muchos de los lugares que describo en este viaje nunca habíamos estado antes. Lo más novedoso de este recorrido es que, esta vez, viene con nosotros nuestro hijo Xaquín, de un año y ocho meses.
Una parte del recorrido lo hicimos en transporte público, y los últimos días en los Alpes, con un coche de alquiler. El viaje no fue planificado previamente nada, salvo el billete de avión de ida y vuelta.
Por tanto, el recorrido lo íbamos decidiendo más o menos día a día, incluyendo los alojamientos. Al final del diario, como acostumbro a hacer en este blog, comparto todos los gastos del viaje.
UN PAR DE DÍAS EN VIENA
Comenzamos el viaje en Viena con un calor infernal. Y es que media Europa estaba en plena ola de calor.
De todas formas, hacemos lo que cualquier turista en esta ciudad; pasear por el centro histórico, ver la Catedral de San Esteban, el Palacio Imperial, probar la tarta Sacher a precio de oro,…
Aunque no cabe duda que Viena es muy bella, tengo que confesar que no es una de mis ciudades favoritas de Europa.
REPÚBLICA CHECA: BRNO, PRAGA Y PILSEN
Antes de salir de Viena
barajamos varias opciones. La primera era continuar hacia Rumanía
cruzando Hungría. La segunda era ir a Bratislava y seguir por la
República Eslovaca. La tercera fue continuar por la República Checa
y volver a una de las ciudades que más nos gusta de Europa: Praga.
Por motivos de tiempo y transporte, nos decidimos por la tercera
opción ya que, como de momento seguimos en transporte público, la
República Checa es más fácil de recorrer.
La primera parada en el
país checo fue la ciudad de Brno, un par de días. Ciudad muy
tranquila y sin agobio turístico, con un casco viejo bien cuidado.
Buen lugar para pasear y relajarse tomando unas cervezas a muy buen
precio.
Continuamos el viaje con la intención de pasar dos o tres días en Praga,…que al final se convirtieron en cinco. Estuvimos aquí en diciembre de 2007, y teníamos tan buen recuerdo de esta ciudad que no queríamos perderlo.
Y es que nos daba algo de pena que el calor y la saturación turística estival nos dejara ahora mal sabor de boca.
Pero no fue así. Praga sigue siendo una ciudad hermosísima y, saliendo de los lugares más saturados, sigue siendo un lugar increíble.
Esa fue la razón de volver pasar a aquí cinco días (con una excursión a la ciudad próxima de Kutná Hora).
Decidimos seguir hacia Alemania parando en Pilsen, donde pienso que con un día es suficiente.
ALEMANIA: NÚREMBERG, REGENSBURG Y PASSAU
Llegamos a Alemania con el termómetro, después de muchos días, debajo de los 30 grados. Núremberg es una ciudad que teníamos muchas ganas de conocer por su gran importancia histórica. Para recorrerla más rápido, alquilamos una bicicleta, algo que fue una excelente idea.
Alemania es un país con una buenísima infraestructura ciclista y, además, se puede alquilar bicis a buen precio. La bici es muy útil para desplazarse hasta lugares de las afueras como el Campo Zeppelín.
No muy lejos de Núremberg están las pequeñas ciudades de Regensburg (Ratisbona en castellano) y Passau, ambas a orillas del Danubio, y ambas también son buenas opciones para pasar el día. Passau está ya muy cerca de la frontera con Austria, y mucha gente toma este lugar como punto de partida para hacer la ruta del Danubio en bici.
Aunque tuvimos en cuenta también esta opción, la descartamos por el precio y las posibles tormentas durante la ruta. Así que aquí decidimos seguir por Austria y alquilar un coche para ir a la montaña a nuestro aire.
AUSTRIA: LINZ Y GRAZ
Austria es un país que nos gusta mucho y que conocemos bien (como podéis ver esta entrada). En otras ocasiones, visitamos las ciudades de Innsbruck y Salzburgo, por lo que en este viaje decidimos continuar por otras ciudades que nunca estuviéramos: Linz y Graz.
En ambas pienso que es suficiente con estar un día completo. En Graz, tras visitar la ciudad, alquilamos un coche y tomamos dirección a los Alpes.
POR LOS ALPES AUSTRIACOS Y EL DANUBIO EN COCHE DE ALQUILER
Tras tantos días viajando en transporte público, echábamos de menos desplazarnos por libre sin estar sujetos a horarios, además de algo más rural. Y para eso Austria es perfecto.
Los Alpes tienen unos paisajes increíbles, muy buena infraestructura turística y, además, no suele tener malos precios en verano, ya que hay muchos alojamientos pensados en los deportes de invierno que se quedan vacíos al irse la nieve.
Por otro lado, ciertas regiones de los Alpes, ofrecen una tarjeta con descuentos donde muchas actividades turísticas o carreteras de peaje (muy comunes en Austria), suelen salir gratis.
Durante 7 días, estuvimos en varios pueblos alpinos, como Ranten, Mauterndof o Aich, visitando lugares de los alrededores como lagos, cascadas y distintos paisajes de montaña.
Los Alpes austriacos, bien merecen un viaje sólo para ellos. Sobre todo para los amantes de los deportes de montaña, como pueden ser escalada, senderismo o btt, como hicimos en otras ocasiones.
Después de los Alpes, continuamos en coche de alquiler siguiendo el curso del Danubio entre Linz y Viena, donde teníamos que devolver el coche.
Este tramo del Danubio es especialmente bonito, y pasa por preciosos pueblos como Melk, bonitos castillos como el de Aggstein y lugares históricos como el campo de concentración de Mauthausen.
Después de 4 días en esta zona, volvimos a Viena entrando por los bosques del Oeste, un buen sitio para llegar a Viena y ver esta ciudad desde una panorámica diferente.
GASTOS DEL VIAJE
Gastos para dos adultos y
un niño de 1 año y ocho meses:
Transporte:
Billetes avión ida y
vuelta Madrid – Viena: 451,09€
Tren aeropuerto – hotel
en Viena: 4,60€
Tren Viena – Brno:
59,20€
Tren Brno – Praga: 490
czk, unos 19€
4 tickets 20 minutos
transporte público de Praga: 96 czk, unos 3,7€
Tren ida y vuelta a Kutná
Hora: 385 czk, unos 15 €
Tren Pilsen –
Núremberg: 53,25€
Alquiler 2 bicis en
Núremberg con silla de bebé: 32€
Tren Núrembreg –
Regensburg: 47,60€
Tren Regensburg –
Passau: 32€
Tren Passau – Linz: 70€
Tren Linz – Graz: 28€
Coche alquiler: 13 días
(Opel Corsa con silla de bebé empresa Budget): 401,18€
Alojamiento: Para dos
adultos y un bebé en habitación doble:
Viena: 3 noches en Hotel
Belleveue con desayuno: 233€
Brno: 2 noches en Hotel
Cyro con desayuno: 3243,7 czk, unos 125,72€
Praga: 5 noches en Hotel William con desayuno: 265,6€
Pilsen: 1 noche en Hotel
Astoria con desayuno: 64,52€
Núremberg: 2 noches en
Hotel Bardolino con desayuno: 148€
Regensburg: 2 noches en
Holiday Inn con desayuno: 130€
Passau: 1 noche en IBB
Hotel Passau Sud: con desayuno: 70€
Linz: 1 noche en Hotel
Goldener Adler: 75€
Graz: 1 noche en Centro
Hotel Strasser con desayuno: 76,05€
Salzstiegl: 1 noche en
Erlebnisgasthof Moasterhaus con desayuno: 52,78€
Ranten: 1 noche en
Gastehaus Moser con desayuno: 63€
Stadl an der Mur: 1 noche
en Das LandCafe con desayuno y cena: 84€
Mauterndof: 4 noches en
Pension Schizentrum Gosseck Speiereck con desayuno: 219,36€
Aich: 1 noche en
Zauneralm Seewigtal con desayuno: 66€
Friensdorf: 1 noche en
Greisingberg ,1 con desayuno: 35,10€
Ebersdorf: 1 noche en
Gasthof Durrengger con desayuno: 75€
Haunoldstein: 1 noche en
Gasthaus Polly con desayuno y cena: 105€
Grobweikersdorf: 1 noche
en Pension Christine con desayuno: 62,72€
Viena: 1 noche en Hotel
Schoss Wilhelminenberg: 67,50€
Aeropuerto de Viena: 1
noche en Moxy Vienna Airport: 142,20€
Total gastos del viaje, incluyendo absolutamente todo (transporte, alojamiento, comidas, cafés, bebidas,…) en 31 días para 2 adultos y un niño: 5031,75€
Hasta aquí el diario de
nuestro viaje de 31 días por libre por Centroeuropa. Espero que os
haya gustado y, como es habitual en este blog, si tenéis alguna duda
o si queréis dejar algún consejo más, no dudéis en escribir un
comentario.
Un viaje por libre de 10 días por lo mejor de Atenas y el Peloponeso
Todos sabemos que Grecia es un destino
imprescindible para los que aman la historia, en especial la historia
clásica. Pero en este país no sólo tenemos los mejores restos
arqueológicos de la Antigua Grecia. Es además un país al que a
todo el mundo le sorprenden sus maravillosos paisajes, la
gastronomía, su gente,… Sin duda un lugar por el que debe pasar
todo viajero.
Sólo teníamos 10 días para nuestro primer contacto con Grecia, por lo que decidimos visitar sólo la ciudad de Atenas y el Peloponeso, dejando las islas para un futuro viaje. Además, al llevar con nosotros a nuestro hijo Xaquín de año y medio, decidimos movernos con mucha calma. Escogimos ir en el mes de mayo, ya que el clima en esa época suele ser bastante bueno y aún no es temporada alta.
Todo nuestro viaje fue por libre, utilizando el transporte público y un coche de alquiler para nuestro recorrido por el Peloponeso. Por último, como acostumbro a hacer en este blog, al final del diario de viaje incluyo la lista con todos nuestros gastos, para que os sirva de ayuda a la hora de preparar el viaje.
Día 1: Madrid – Atenas
Como llegamos a Atenas por la tarde (vuelo directo desde Madrid en Iberia), este día sólo lo dedicamos al traslado desde el aeropuerto al centro de la ciudad (en bus público, 6€ persona), llegar al Hotel (Dryades Hotel) y cenar en un buen restaurante próximo al hotel (Ama Lachei)
Día 2: Atenas
Nuestro hotel no está muy céntrico, aunque su situación en el alto de una colina hace que desde su terraza se tengan unas vistas extraordinarias de la ciudad, Partenón incluido. De todas formas, se puede ir andando sin problemas hasta el centro.
¿Y que se hace el primer día completo
en Atenas? Pues está claro: ir a la Acrópolis. Creo que no hace
falta decir que su visita es imprescindible. En esta época del año
(principios de mayo), además, había muy poca gente si lo comparamos
con la temporada alta, por lo que no nos fue necesario ni madrugar
(lo visitamos en torno la 1 – 2 del mediodía)
Tras visitar la Acrópolis previa
parada de camino en el mercado, nos fuimos hasta el Ágora de Atenas
para ver el Hefestión. El resto del día lo pasamos paseando y
tomando unas cervezas en el Barrio de Monastiraki
Día 3: Atenas
Seguimos de paseo por Atenas , visitando el Templo de Zeus Olímpico y el Museo de la Acrópolis. Entre ellos hay una bonita calle peatonal donde comer y tomar algo sin demasiado agobio turístico. Por la tarde, de vuelta al Barrio de Monastiraki, cruzando de nuevo la colina de la Acrópolis.
Día 4: Atenas
Nuestro último día completo en Atenas
lo dedicamos a pasear de nuevo por el mercado y el Barrio de
Monastiraki, ver el Cerámico y la Biblioteca de Adriano, y visitar
el Museo Arqueológico de Atenas. Este último merece como mínimo
unas tres horas, ya que cuenta con restos muy importantes para los
que nos gusta la historia clásica.
Día 5: Atenas – Loutra (Corintio)
Salimos de la ciudad en el metro (10€ persona) rumbo al aeropuerto donde habíamos reservado un coche de alquiler, con el objetivo de recorrer algunos de los lugares más turísticos del Peloponeso. Una vez en el coche, nos dirigimos hacia el pueblo de Loutra, donde reservamos un hotel justo al lado del mar.
La razón de ir hasta allí era su proximidad a las ruinas de la antigua ciudad de Corintio, que visitamos ese mismo día por la tarde
Día 6: Loutra – Iria (Teatro de Epidauro y Micenas)
Desde la pequeña población de Loutra, continuamos hacia el sur para ver las ruinas del Teatro de Epidauro, que se encuentra relativamente cerca de Corintio.
Después, siguiendo la carretera a Argos, llegaremos hasta otra joya de la historia: las ruinas de Micenas y el Tesoro de Atreo.
Para pasar la noche, reservamos un hotel en la costa, en el pueblo de Iria, que en esta época del año se encuentran prácticamente vacíos y bien de precio.
Día 7: Iria – Olimpia (Olimpia)
Este día recorrimos bastante kilómetros al cruzar todo el Peloponeso hasta la ciudad de Olimpia, otro imprescindible de Grecia. Para llegar allí, decidimos ir por la carretera que cruza los montes del interior de la Península, con muy bellos paisajes de sus montañas.
Entre el viaje, y la visita a las ruinas de la ciudad de Olimpia, es necesario dedicarle todo un día, especialmente si se viaja con un bebé como en nuestro caso.
Día 8: Olimpia – Arachova (Delfos)
Desde Olympia hasta Arachova (un bonito pueblo cerca de Delfos) hay que dedicarle por lo menos una mañana, porque son bastantes kilómetros, aunque, como el caso del día anterior, la carretera pasa por muy bellos paisajes, después de cruzar el puente de Rion-Antirion.
Por la tarde, visita a las impresionantes ruinas de Delfos y su museo, que son una auténtica maravilla.
Día 9: Arachova – Kalamos (Monasterio de Osios Loukas)
Aunque nos planteamos ir hasta Meteora
este día, lo descartamos ya que sería hacer muchos kilómetros con
nuestro bebé, al que no le gusta nada el coche. Por esta razón
decidimos dedicar este día a ver el monasterio Bizantino de Osios
Loukas, a poca distancia de Delfos, y después ir hacia el pueblo
costero de Kalamos. Este pueblo no tiene nada de especial, y está
bastante vacío en esta época del año, pero decidimos pasar la
noche aquí precisamente porque es un lugar tranquilo y barato en
estas fechas.
Día 10: Kalamos – Atenas (aeropuerto) – Madrid (Cabo Sunión)
Afortunadamente, nuestro vuelo de
vuelta a Madrid sale a media tarde, por lo que aprovecharemos este
día para ver el Cabo Sunión y volver hasta el aeropuerto de Atenas.
Aunque la mayoría de la gente que va hasta Cabo Sunión lo hace para
ver la puesta de sol, puede ser un buen lugar para acabar (o empezar)
un viaje a Grecia a cualquier hora, ya que se encuentra relativamente
cerca del aeropuerto.
Gastos del viaje (2 personas y un bebé de año y medio)
Transporte:
Billete de avión (vuelo directo Madrid
– Atenas en Iberia): 355,91€
Billete bus aeropuerto – Plaza de
Syntagma de Atenas: 12€
Billete tren centro de Atenas al
aeropuerto: 20€
Coche de alquiler (VW Polo con silla de
bebé. Empresa Budget): 145.61€
Peaje puente de Rion-Antirion: 13,50€
Otros peajes: 17,75€
Gasolina: 99,11€
Alojamiento:
Alojamientos para dos personas y un
bebé en habitación doble. Con desayuno. Por lo general los
reservábamos el mismo día o el día anterior.
Hotel Dryades (Atenas): 177.45€ tres
noches
Economy Hotel (Atenas): 59.40€
Hotel Kakanakos (Loutra): 51,50€
Hotel Junior (Iria): 43,60€
Hotel Hermes (Olimpia): 36€
Nefeles Guesthouse (Arachova): 50€
Dolphin Resort (Kalamos): 45,50€
Comida:
Muy buena y por lo general bastante
bien de precio. Nos sorprendió mucho que en algún sitio el postre
es gratis. Lo mejor es desayunar en el hotel, hacer una comida ligera
al mediodía y una buena cena al final de la tarde para probar con
calma la gastronomía de este país. Por lo general, una cena para
dos personas está en torno a los 30€ de media, aunque eso
dependerá mucho del tipo de restaurante. Nosotros gastamos un total
de 296,1€ en comidas
Entradas a lugares turísticos, museos y monumentos:
En este caso nosotros no gastamos nada,
ya que tenemos un carnet universitario de la UNED al estar cursando
allí unas asignaturas, y los estudiantes universitarios tienen la
mayoría de los monumentos estatales gratis. De todas formas, he
anotado el precio por persona de alguno de los más importantes
monumentos turísticos del país: Acrópolis: 15€, Museo
Arqueológico de Atenas: 10€, ruinas de Corintio: 8€, Teatro de
Epidauro: 12€, Micenas: 12€, Olimpia: 12€, Delphos: 12€ ,
Monasterio de Osios Loukas: 4€, Cabo Sunion: 8€.
Otros gastos: Cafés, cervezas, comprar alguna cosa en el supermercado: 213,05€
Gasto total del viaje: 1636,43€ desde Madrid, durante 10 días, 2 adultos y un bebé de año y medio.
Hasta aquí el diario de mi viaje de 10
días por libre por Grecia. Espero que os haya gustado y, como es
habitual en este blog, si tenéis alguna duda o si queréis dejar
algún consejo más, no dudéis en escribir un comentario.
Una ruta por las cinco mejores iglesias
del prerrománico asturiano
El prerrománico
asturiano
El prerrománico asturiano se desarrolla desde finales del siglo VIII a principios del X, en el pequeño Reino de Asturias, mientras gran parte de la Península Ibérica estaba dominada por los musulmanes.
Este tipo de arte es conocido mundialmente por su enorme particularidad, razón por la cual muchos de sus restos fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Las cinco mejores
iglesias del prerrománico asturiano
Hay múltiples iglesias donde podemos disfrutar de este tipo de arte prerrománico. De todas ellas, he escogido las cinco que considero más importantes, teniendo en cuenta sus particularidades únicas que las llevaron a convertirse Patrimonio de la Humanidad, así como su originalidad, belleza y estado de conservación. La ruta puede hacerse en un par de días, y sólo nos supondrá recorrer unos 120 km.
1: Iglesia de Santa María del Naranco (Oviedo)
Comenzaremos la ruta por esta iglesia situada a unos 4 km del centro de Oviedo, siguiendo la carretera que sube al alto del Naranco. Recomiendo empezar aquí esta ruta para, antes de nada, visitar el Centro de Interpretación del Románico, situado a escasos metros de esta iglesia.
De Santa María del Naranco puede decirse que posiblemente sea la iglesia prerrománica más conocida de Asturias, todo un símbolo del Principado. Es del siglo IX, y en ella destaca sobre todo la decoración funicular de sus columnas, en forma de cuerda, todo un rasgo visigótico.
2: Iglesia de San Miguel de Lillo (Oviedo)
Esta iglesia está situada a escasos metros de la anterior, y también es del siglo IX. Aunque en el siglo XI sufrió un importante derrumbe, ha llegado hasta nuestros días una hermosa iglesia de lo que más destacan son unas preciosas celosías que podemos ver desde fuera.
3: Iglesia de San Julián de Prados (Oviedo)
Para llegar a esta iglesia, debemos volver a la ciudad de Oviedo y, ya de paso, visitar la catedral y la imprescindible Cámara Santa en su interior.
Después, situada en unos jardines próximos a la Calle Velázquez, veremos la Iglesia de San Julián de Prados, que esconde una de las joyas más valiosas del arte asturiano. Y digo que esconde porque lo mejor está en su interior, ya que conserva uno de los frescos más valiosos de toda la Europa Occidental.
4: Iglesia de Santa
Cristina de Pola de Lena (Pola de Lena)
Nuestra siguiente parada será a 35 km de Oviedo, en tierras del Concejo de Pola de Lena. La Iglesia de Santa María de Pola de Lena se encuentra en un bello enclave rodeado de montañas, a poca distancia de la Autopista A66.
Esta iglesia, también del siglo IX como las anteriores, destaca al igual que la de San Julian de Prados por su interior, aunque en este caso no son los frescos, si no su iconostasio (pared que separa santuario de la nave), de clara influencia bizantina.
5: Iglesia de San
Salvador de Valdediós (Villaviciosa)
Para ver la última de nuestra selección de las mejores iglesias prerrománicas de Asturias debemos desandar unos kilómetros hasta Oviedo, y después dirijirnos hasta un hermoso monte del Concejo de Villaviciosa, a poca distancia de la costa.
Esta iglesia, situada junto al Monasterio de Santa María de Valdediós, es uno de los últimos monumentos de arte asturiano, ya de finales del siglo IX, y conserva en su interior bóvedas, capiteles y restos de pinturas que bien merecen acercarnos hasta este lugar.
La visita, horarios y Tarifas
En estas cinco iglesias se puede acceder a su interior y, salvo la de Santa Cristina de Pola de Lena, las hemos visto con visita guiada. Salvo el acceso al Centro de Interpretación del Románico, son todas de pago y, tanto las tarifas como los horarios (variables según la época del año), se pueden consultar en su centro de interpretación o en esta web: www.prerromanicoasturiano.es .
La visita a la Iglesia de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo se realiza de forma conjunta, ya que se encuentran a escasos metros de distancia. La Iglesia de San Salvador de Valdediós se visita conjuntamente con el Monasterio de Santa María. En todas estas iglesias se pueden hacer fotos en su interior a excepción de la de San Julian de Prados, debido a la conservación de sus frescos.
Esta es mi ruta propuesta para conocer lo mejor del prerrománico asturiano. Como es habitual en este blog, si tenéis alguna duda, o queréis dejar algún consejo más, no dudéis en escribir un comentario.
La Costa da Morte, «costa de la muerte» en castellano, es uno de los lugares más conocidos de Galicia. Su nombre hace referencia a los numerosos naufragios que ocurrieron a lo largo de los siglos en sus aguas, sometidas a la dureza más extrema del Atlántico.
Y es que el mar aquí pega muy fuerte, especialmente en invierno, dejándonos uno de los paisajes más abruptos y salvajes de Europa, embellecidos aún más por sus impresionantes puestas de sol.
Cualquier época es buena para acercarse hasta la Costa da Morte. En verano, por el respiro que nos da su clima, que nos hará disfrutar de sus playas, casi desiertas, hasta altas horas de la tarde (aquí es donde se pone el sol más tarde del continente europeo en determinadas épocas del año).
El resto del año, para vivir la fuerza del mar en sus costas más abruptas, así como disfrutar de sus paisajes y gastronomía con la menor saturación de la época estival.
Comparto aquí, con vosotros, esta ruta que he diseñado por la Costa da Morte, una zona que conozco muy bien, ya que he vivido en ella durante 17 años.
La ruta se puede hacer en unos cuatro días, aunque recomiendo aumentarla hasta como mínimo una semana para disfrutar de todos estos lugares con más calma.
Partiendo de la villa marinera de Malpica, seguiremos una pequeña carretera cerca de la costa hasta la Ermita de Santo Adrián, donde hay un mirador.
Durante el trayecto, podemos ver las Islas Sisargas, unas islas con un pequeño faro, que están deshabitadas. Nuestra siguiente parada será Punta Nariga, con un curioso faro de reciente construcción en un bonito enclave con todo el Atlántico de fondo. Desde aquí, también se pueden ver las Islas Sisargas al Norte.
Después, continuaremos hasta Corme. Este pueblo marinero es un buen punto para comer marisco en alguno de sus restaurantes, donde podemos probar los percebes que se cogen en la zona. Muy cerca de Corme, podemos contemplar la arquitectura tradicional con un buen número de hórreos en Corme – Aldea (no confundir con la población de Corme, donde está el puerto) y en la aldea de O Roncudo.
Si seguimos la carretera desde Corme hacia el Oeste, llegaremos hasta la Punta de O Roncudo, con un faro y numerosas cruces que nos recuerdan las vidas que se ha llevado el mar en este lugar.
Desandando los últimos kilómetros antes de llegar a Corme, y siguiendo después por la AC-424 llegaremos a la localidad de Ponteceso, conocida por ser el lugar de nacimiento de nuestro poeta del Rexurdimento Eduardo Pondal, creador de la letra del Himno Gallego.
En Ponteceso, cruzamos el Río Anllóns y continuaremos por la AC-429 hasta Laxe, con unas vistas preciosas de la Ría de Corme e Laxe y la desembocadura del Río Anllóns. Laxe, cuenta con una enorme playa que veremos justo cuando lleguemos al pueblo.
Y si cruzamos Laxe siguiendo rumbo al Oeste, podemos ver su faro y la curiosa Praia dos Cristais (playa de los cristales), con una arena muy particular que le da este nombre.
Salimos de Laxe por la AC-433 en dirección Sur para acercarnos hasta Camelle. Durante el camino, es buena idea hacer una parada en la Lagoa de Traba, justo al lado de la playa con el mismo nombre.
Una vez en Camelle, lo más conocido de este pequeño pueblo pesquero, es el Museo de Man, un curioso artista que vivió durante años en este lugar y al que tuve la suerte de conocer.
Desde Camelle recomiendo seguir la carretera de la costa que pasa por Arou en dirección al Cabo Vilán. Poco después de Arou se convertirá en una pista de tierra, pero les recomiendo continuar sin miedo: está en buen estado para cualquier turismo y, sobre todo, os hará disfrutar de una de los tramos más bellos y salvajes de la Costa da Morte.
Al lado de esta carretera, podemos ver el espectacular Monte Blanco, una gran duna que se alza varios metros por la montaña desde la hermosa Praia de Trece.
También pasaremos al lado del Cementerio de los Ingleses, que nos recuerda uno de los naufragios más terribles de esta costa. La pista acaba cerca del Cabo Vilán, con su imponente faro.
Desde Cabo Vilán continuamos hacia Camariñas, donde podemos volver a comer una buena mariscada antes de seguir camino de Muxía.
Para ir a Muxía, saldremos de Camariñas por la AC-432 hasta Ponte do Porto, donde cruzaremos el Río Anllóns por una carretera en la cual, a unos pocos kilómetros de Ponte do Porto, veremos señalizado la Praia do Lago (playa del lago), una de mis playas favoritas de esta zona. Si seguimos esta carretera cerca de la costa llegaremos, finalmente a Muxía.
Muxía es conocida por su Santuario da Virxe da Barca, a donde se dirigen muchos peregrinos que quieren hacer esta variante rumbo a Fisterra. Al lado del santuario, está la famosa Pedra de Abalar.
Al salir de Muxía nos dirigiremos al punto más occidental de la Europa continental: el Cabo Touriñán. Aquí, un panel explicativo nos cuenta que este abrupto y bello enclave es el lugar donde más tarde se pone el sol de todo el continente en determinadas épocas del año.
Nuestra siguiente parada será muy cerca, siguiendo la costa, en una de las mejores playas de la Costa da Morte para hacer surf: Nemiña. Desde Nemiña, podemos seguir hasta Lires y ver la misma playa desde la Praia de Lires, así como la desembocadura del Río Castro.
Desde Lires, tendremos dos opciones. La primera es ir hacia Fisterra por las estrechas carreteras de la costa, pasando por la aldea de A Canosa, así como al lado de una de las playas más salvajes de esta costa: O Rostro, donde en 1987 embarrancó el Casón.
La otra opción es ir por mejor carretera por la ría, pasando por Corcubión, una villa que aún tiene unas cuantas casas bien conservadas.
La ruta costera acaba en el Cabo Fisterra, el «fin de la tierra», uno de los lugares más visitados de Galicia, tras pasar la localidad del mismo nombre.
Fisterra y su faro, además de ser frecuentado por miles de turistas cada año, también reciben la llegada de miles de peregrinos. Está claro que el lugar es muy especial.
El Interior
Ézaro – Olveiroa – Dolmen Pedra da Arca – Vimianzo – Muíños do Mosquetín – Dolmen de Dombate – Castro de Borneiro – Buño.
En la Costa da Morte también tenemos cosas muy interesantes que ver en el interior. Si salimos de Fisterra, volveremos a Corcubión y Cee para, a partir de esta localidad, seguir por la carretera de la costa en dirección a Muros durante unos kilómetros. Nuestra siguiente parada será Ézaro, un bonito pueblo del Concello de Dumbría donde es imprescindible ver su cascada que acaba en el mar.
La cantidad de agua de esta cascada dependerá de si está abierto o no el embalse próximo. Desde el pueblo de Ézaro, recomiendo subir por una carretera de gran pendiente (fue final de la Vuelta Ciclista a España en 2013), hasta el mirador del embalse, desde contemplaremos unas espectaculares vistas del Cabo fisterra y el Monte Pindo (si tenéis tiempo, recomiendo un día para subirlo, como cuento en esta entrada).
Desde Ézaro continuaremos por una carretera sin apenas tráfico hasta Olveiroa, una aldea con varias casas de arquitectura tradicional y etapa del Camino de Santiago hasta Fisterra. Después, seguiremos en dirección Vimianzo, por una zona donde existen varios dólmenes que valen la pena ver, como por ejemplo el Dolmen da Pena da Arca, cerca de Baíñas.
Una vez en Vimianzo debemos visitar el castillo, una de las mejores fortalezas medievales de Galicia. Cuenta con un museo y varias muestras de artesanía en directo.
A poca distancia de Vimianzo, siguiendo la carretera AC-552 en dirección a Coruña, tenemos os Muíños do Mosquetín, un ejemplo de industria tradicional de aprovechamiento del agua.
Acabaremos nuestra ruta con dos joyas arqueológicas de la zona. La primera, el Dolmen de Dombate, que cuenta además con un centro de interpretación.
Y a muy poca distancia, el Castro de Borneiro, uno de los más importantes de Galicia.
Para terminar, si estáis interesados en la alfarería, podéis acabar la ruta en la localidad de Buño, muy conocida por su cerámica.
Esta es mi ruta propuesta para conocer lo mejor de la Costa da Morte. Como es habitual en este blog, si tenéis alguna duda, o si ya la conocéis y queréis dejar algún consejo más, no dudéis en escribir un comentario.
Coñécese a Mariña Lucense como a costa da provincia de Lugo, bañada polas augas do Mar Cantábrico. É unha zona que está en auxe desde o punto de vista turístico, e é que atractivos non lle faltan. Xa sexa para gozar de praias a temperaturas suaves no verán, para contemplar belas paisaxes ou polo seu patrimonio artístico, comparto convosco esta ruta que se pode facer con calma en, como mínimo, dúas ou tres días.
A RUTA
Desde Ribadeo a San Cibrao
Ribadeo – Rinlo – Praia das Catedrais – Foz – Burela – Sargadelos – San Cibrao.
Empezamos a ruta en Ribadeo, a primeira localidade que nos atopamos tras cruzar a ponte da A8 desde Asturias. En Ribadeo, podemos ver algún edificio modernista no centro, así como baixar ata o porto para pasear ou comer nos seus restaurantes.
Se saímos pola pequena estrada que bordea a costa, pola coñecida Estrada do Faro, chegaremos ata o faro da Illa Pancha, tras pasar xunto os restos do antigo Forte de San Damián.
Desde Illa Pancha continuaremos ata Rinlo, un pintoresco pobo de pescadores, onde faremos unha parada antes de visitar un dos lugares máis coñecidos da Mariña e de toda Galicia: A Praia das Catedrais.
A Praia das Catedrais é unha parada imprescindible para todo viaxeiro que visite esta zona, e é un lugar que pode chegar a estar saturado en tempada alta, onde se aplican restricións na súa visita. Recomendo vela coa marea baixa e en horas onde non haxa moita xente, xa que así poderemos gozar moito mellor deste lugar.
Desde a Praia das Catedrais podemos continuar pola estrada da costa, xunto a varias praias do municipio de Barreiros que, por desgraza, están rodeadas de feos bloques de edificios froito dun desenvolvemento urbanístico salvaxe.
Despois chegaremos a Foz, cunhas praias que pagan a pena; e continuaremos pola N-642 en dirección Burela, facendo antes unha parada en Fazouro, para ver o seu pequeno castro xunto ao mar. Desde Burela temos a opción de tomar a estrada costeira ata San Cibrao, ou seguir pola N-642 desviándonos un pouco para ver Sargadelos, unha fábrica de cerámica tradicional galega (visita gratuíta), moi importante na nosa cultura.
E chegamos a San Cibrao, onde podemos visitar o Museo do Mar, e dar un paseo ata o seu faro.
Desde San Cibrao a Estaca de Bares
San Cibrao – Punta Roncadoira – Viveiro – O Barqueiro – Estaca de Bares
Desde San Cibrao podemos seguir a LU-862 directamente ata Viveiro ou, se temos tempo, desviarnos polas pequenas estradas costeiras para contemplar a Punta de Roncadoira ou algunha fermosa praia como a de Area.
Viveiro é, xunto a Mondoñedo, as dúas localidades da Mariña Lucense que teñen un casco antigo nun bo estado de conservación. E é que Viveiro foi unha localidade moi importante xa desde a idade media, con título de cidade desde hai xa varios séculos.
Nela destaca a Porta de Carlos V, así como varios mosteiros e igrexas (aquí celébrase con gran devoción a Semana Santa) e restos da súa antiga muralla.
Despois de pasar Viveiro temos a opción de continuar directamente ata O Barqueiro ou seguir polas pequenas estradas costeiras que nos levarán polo Miradoiro da Insua, Praia da Brela, a escarpada Punta do Fuciño do Porco ou a Praia de Xilloi.
Tras cruzar O Vicedo chegaremos ata a Ría de O Barqueiro, onde desemboca o Río Sor, formando un dos estuarios máis fermosos da Galiza coa preciosa Praia de Arealonga.
Aquí acaba a Provincia de Lugo, aínda que recomendo seguir uns poucos quilómetros máis pola provincia da Coruña ata a coñecida Estaca de Bares, un dos faros máis famosos de Galicia, pasando polas pintorescas poboacións de O Barqueiro e Bares.
O interior da Mariña Lucense
Lourenzá – Mondoñedo – Alfoz – Ferreira do Valadouro – San Martiño de Mondoñedo
Sen afastarnos moito da costa, a Mariña Lucense ten tamén moitos lugares de interese. Se imos cara o interior seguindo a N-634, pasaremos por Lourenzá, co seu gran Mosteiro de San Salvador, unha parada previa antes de chegar á imprescindible Mondoñedo.
Mondoñedo foi unha localidade crave na historia da Galiza. Nela atópase a súa catedral, edificio importante da que foi unha das capitais do antigas sete provincias galegas, que se atopa en perfecta harmonía cun centro histórico moi ben conservado.
Desde Mondoñedo sairemos pola LU-160 ata Alfoz, para facer unha parada no Castelo de Castrodouro, para seguir ata Ferreira do Valadouro.
Desde aquí, voltaremos cara á costa pola LU-152 en dirección Foz, para visitar a xoia románica de San Martiño de Mondoñedo, que ben merece ser declarada Patrimonio da Humanidade (e están a recoller firmas para iso).
COMO CHEGAR
A Mariña Lucense está moi ben comunicada a través da autoestrada A8, xa sexa desde o Leste como desde o Sur. Se vés desde cidades como O Ferrol ou A Coruña, é máis turístico chegar pola carrereta AC-862, pasando por Ortigueira.
ONDE DURMIR
En toda a Mariña Lucense hai unha ampla rede de aloxamentos de toda clase e adaptadas a todo tipo de orzamentos, así como numeros establecementos de turismo rural.
Recomendo reservalos a través da web galega Sente Galicia, xa que funciona moi ben, e pódense atopar distintas opcións de escapadas a prezos moi económicos.
GASTRONOMÍA
Hai moitísimos restaurantes por toda a zona onde podemos probar numeros pratos dunha calidade excelente. Estamos na Galiza, e iso nótase. Pero o que máis recomendo na Mariña son o peixe e mariscos, xa que nela hai importantes portos pesqueiros, onde aseguramos unha materia prima fresca e de boa calidade.
PRAIAS
Se non queremos bañarnos en praias saturadas de xente, a Mariña Lucense é o noso destino ideal. Aínda que no verán son frecuentes os días con algo de humidade, en canto sae o sol estas praias son unha auténtica delicia. Ademais, como están bañadas polo Mar Cantábrico, a auga non está tan fría como as do Atlántico galego. Son moi famosas as praias de Benquerencia, Foz, Llas, Area, Covas, Brela, Xilloi ou Arealonga.
Esta é a miña ruta proposta para coñecer o mellor da Mariña Lucense. Como é habitual neste blogue, se tedes algunha dúbida, ou se xa a coñecedes e queredes deixar algún consello máis, non dubidedes en escribir un comentario.
A Costa da Morte é un dos lugares máis coñecidos da Galiza. O seu nome fai referencia aos numerosos naufraxios acontecidos ao longo dos séculos nas súas augas, sometidas á dureza máis extrema do Atlántico.
E que o mar aquí bate moi forte, especialmente no inverno, deixándonos unhas das paisaxes máis abruptas e salvaxes de Europa, embelecidos aínda máis polas súas impresionantes postas de sol.
Calquera época é boa para achegarse ata a Costa da Morte. No verán, polo respiro que nos dá o seu clima, que nos fará gozar das súas praias, case desertas, ata altas horas da tarde (aquí é onde se pon o sol máis tarde do continente europeo en determinadas épocas do ano).
O resto do ano, para vivir a forza do mar nas súas costas máis abruptas,así como gozar das súas paisaxes e gastronomía coa menor saturación da época estival.
Comparto aquí, convosco, esta ruta que deseñei pola Costa da Morte, unha zona que coñezo moi ben, xa que vivín nela durante 17 anos.
A ruta pódese facer nuns catro días, aínda que recomendo aumentala ata como mínimo unha semana,para gozar de todos estes lugares con máis calma.
Partindo da vila mariñeira de Malpica, seguiremos unha pequena estrada preto da costa ata a Ermida de Santo Adrián, onde hai un miradoiro.
Durante o traxecto, podemos ver as Illas Sisargas, unhas illas cun pequeno faro, que están deshabitadas. A nosa seguinte parada será Punta Nariga, cun curioso faro de recente construción nun bonito enclave con todo o Atlántico de fondo. Desde aquí, tamén se poden ver as Illas Sisargas ao Norte.
Despois, continuaremos ata Corme. Este pobo mariñeiro é un bo punto para comer marisco nalgún dos seus restaurantes, onde probaremos os percebes que se collen na zona. Moi preto de Corme, podemos contemplar a arquitectura tradicional cun bo número de hórreos en Corme – Aldea (non confundir coa poboación de Corme, onde está o porto), e na aldea de O Roncudo.
Se seguimos a estrada desde Corme cara ao Oeste,chegaremos ata a Punta de O Roncudo, cun faro e numerosas cruces que nos lembran as vidas que se levou o mar neste lugar.
Desandando os últimos quilómetros antes de chegar a Corme, e seguindo despois pola AC-424, chegaremos á localidade de Ponteceso, coñecida por ser o lugar de nacemento do noso poeta do Rexurdimento Eduardo Pondal, creador da letra do Himno Galego.
En Ponteceso, cruzamos o Río Anllóns e continuaremos pola AC-429 ata Laxe, cunhas vistas preciosas da Ría de Corme e Laxe e a desembocadura do Río Anllóns. Laxe, conta cunha enorme praia que veremos xusto cando cheguemos ao pobo.
E se cruzamos Laxe seguindo rumbo ao Oeste, podemos ver o seu faro e a curiosa Praia dos Cristais, cunha area moi particular que lle dá este nome.
Saímos de Laxe pola AC-433 en dirección Sur para achegarnos ata Camelle. Durante o camiño, é boa idea facer unha parada na Lagoa de Traba, xusto á beira da praia co mesmo nome.
Unha vez en Camelle, o máis coñecido deste pequeno pobo pesqueiro, é o Museo de Man, un curioso artista que viviu durante anos neste lugar e ao que tiven a sorte de coñecer.
Desde Camelle, imos seguir a estrada da costa que pasa por Arou en dirección ao Cabo Vilán. Pouco despois de Arou converterase nunha pista de terra, pero recoméndolles continuar sen medo: está en bo estado para calquera turismo e, sobre todo, faravos gozar dun dos tramos máis belos e salvaxes da Costa da Morte.
Á beira desta estrada, podemos ver o espectacular Monte Branco, unha gran duna que se alza varios metros pola montaña desde a fermosa Praia de Trece.
Tamén pasaremos á beira do Cemiterio dos Ingleses, que nos lembra un dos naufraxios máis terribles desta costa. A pista acaba preto do Cabo Vilán, co seu impoñente faro.
Desde Cabo Vilán continuamos cara Camariñas, onde nos apetecerá unha boa mariscada antes de seguir camiño a Muxía.
Para ir a Muxía, sairemos de Camariñas pola AC-432 ata Ponte do Porto, e cruzaremos o Río Anllóns por unha estrada na cal, a uns poucos quilómetros de Ponte do Porto, veremos sinalizado a Praia do Lago, unha das miñas praias favoritas desta zona. Se seguimos esta estrada preto da costa chegaremos, finalmente a Muxía.
Muxía é coñecida polo seu Santuario da Virxe da Barca, onde diríxense moitos peregrinos que queren facer este variante do Camiño rumbo a Fisterra. Á beira do santuario, está a famosa Pedra de Abalar.
Ao saír de Muxía dirixirémonos ao punto máis occidental da Europa continental: o Cabo Touriñán. Aquí, un panel explicativo cóntanos que este abrupto e belo enclave é o lugar onde máis tarde se pon o sol de todo o continente en determinadas épocas do ano.
A nosa seguinte parada será moi preto, seguindo a costa, nunha das mellores praias da Costa da Morte para facer surf: Nemiña. Desde Nemiña, podemos seguir ata Lires e ver a mesma praia desde a Praia de Lires, así como a desembocadura do Río Castro.
Desde Lires, teremos dúas opcións. A primeira é ir cara Fisterra polas estreitas estradas da costa, pasando pola aldea da Canosa, así como á beira dunha das praias máis salvaxes desta costa: O Rostro, onde en 1987 naufragou o Casón.
A outra opción é ir por unha mellor estrada pola ría, pasando por Corcubión, unha vila que aínda ten unhas cantas casas ben conservadas.
A ruta costeira acaba no Cabo Fisterra, o «fin da terra», un dos lugares máis visitados da Galiza, tras pasar a localidade do mesmo nome.
Fisterra e o seu faro, ademais de ser frecuentado por miles de turistas cada ano, tamén recibe a chegada de miles de peregrinos. Está claro que o lugar é moi especial.
O Interior
Ézaro – Olveiroa –Dolmen Pedra da Arca – Vimianzo – Muíños do Mosquetín –Dolmen de Dombate – Castro de Borneiro – Buño.
Na Costa da Morte tamén temos cousas moi interesantes que ver no seu interior. Se saímos de Fisterra, voltaremos a Corcubión e Cee para, a partir desta localidade, seguir pola estrada da costa en dirección a Muros durante uns quilómetros. A nosa seguinte parada será Ézaro, un bonito pobo do Concello de Dumbría onde é imprescindible ver a súa fervenza que acaba no mar.
A cantidade de auga desta fervenza dependerá de se está aberto ou non o encoro próximo. Desde o pobo de Ézaro, recomendo subir por unha estrada de gran pendente (foi final da Volta Ciclista a España en 2013), ata o miradoiro do encoro, cunhas espectaculares vistas do Cabo fisterra e o Monte Pindo (se tedes tempo, recomendo un día para subilo, como conto nesta entrada).
Desde Ézaro continuaremos por unha estrada sen apenas tráfico ata Olveiroa, unha aldea con varias casas de arquitectura tradicional e etapa do Camiño de Santiago ata Fisterra. Despois, seguiremos en dirección Vimianzo, por unha zona onde existen varios dólmenes que valen apena ver, por exemplo, o Dolmen da Pena da Arca, preto de Baíñas.
Unha vez en Vimianzo debemos visitar o castelo, unha das mellores fortalezas medievais da Galiza. Conta cun museo e varias mostras de artesanía en directo.
A pouca distancia de Vimianzo, seguindo a estrada AC-552 en dirección á Coruña, temos os Muíños do Mosquetín, un bo exemplo de industria tradicional de aproveitamento da auga.
Acabaremos a nosa ruta con dúas xoias arqueolóxicas da zona. A primeira, o Dolmen de Dombate, que conta ademais cun centro de interpretación.
E a moi pouca distancia, o Castro de Borneiro, un dos máis importantes da Galiza.
Para terminar, se estades interesados na olería, podedes acabar a ruta na localidade de Buño, moi coñecida pola súa cerámica.
Esta é a miña ruta proposta para coñecer o mellor da Costa da Morte. Como é habitual neste blogue, se tedes algunha dúbida, ou se xa a coñecedes e queredes deixar algún consello máis, non dubidedes en escribir un comentario.
Así fue nuestro viaje por el Norte de la Península con un bebé de 8 meses, con consejos, recomendaciones y gastos
Cómo queríamos que fuese nuestro viaje
Nos gusta mucho viajar en coche, ya que nos da mucha libertad. Lo llevamos haciendo durante muchos años, y contamos con miles de kilómetros recorridos en coche por las carreteras de muchos países europeos, viajes que compartimos durante años en este blog.