Así fue nuestro viaje por el Norte de la Península con un bebé de 8 meses, con consejos, recomendaciones y gastos
Cómo queríamos que fuese nuestro viaje
Nos gusta mucho viajar en coche, ya que nos da mucha libertad. Lo llevamos haciendo durante muchos años, y contamos con miles de kilómetros recorridos en coche por las carreteras de muchos países europeos, viajes que compartimos durante años en este blog.
Pero esta vez iba a ser muy diferente, al ser el primer viaje largo con nuestro bebé de ocho meses. En un primer momento, nuestra intención era hacer un recorrido por todo el Sur de Inglaterra, e ir volviendo a casa poco a poco por el Oeste de Francia.
Esta opción finalmente la tuvimos que descartar, al existir una alarma de brote de sarampión en Reino Unido y algunos países europeos, que obligaba a adelantar dicha vacuna a nuestro bebé, algo imposible al tener que hacerlo por lo menos dos meses antes de nuestra partida.
Por esta razón, nos vimos obligados a anular el ferry hasta el Sur de Inglaterra y plantearnos un viaje sin pasar de los Pirineos. Por lo demás, sería como lo que estamos acostumbrados: sin itinerario cerrado, decidiendo la ruta sobre la marcha, sin prisas, y con una bicicleta como equipaje.
La Ruta y lo que vimos
Decidimos hacer el viaje por algunas zonas del Norte de la Península que no conocíamos y que tuviesen interés turístico, descartando la Costa Cantábrica, ya que hemos estado multitud de veces, además de ser una zona muy saturada en verano.
Comenzamos nuestro recorrido por la Rioja, concretamente alojándonos en la localidad de Ezcaray. La verdad es que escogimos esta localidad, situada a cierta altitud, buscando algo de fresco para escapar del calor de la Meseta en pleno mes de Agosto.
Nos equivocamos, ya que prácticamente había el mismo calor que en cotas más bajas, pero para compensarlo nos encontramos con una localidad con mucho ambiente y cerca de muchas bodegas de Rioja, de las cuales visitamos la de Vivancos y Conde de los Andes, esta última muy recomendable. También aprovechamos para visitar los monasterios de Yuso y Suso, Patrimonio de la Humanidad.
Para huir del calor, nuestro siguiente paso fue acercarse hasta los Pirineos. Pasamos varios días en el pueblo oscense de Biescas. Fue un gran acierto. Rodeado de altas montañas, descubrimos lugares con paisajes increíbles, en plena Cordillera Pirenaica.
El Puerto de Portalet, Panticosa o el Lac de Fabrèges, ya en la vertiente francesa, son algunos ejemplos. Además, desde el punto de vista cultural, en las proximidades de Biescas destacan numerosas iglesias prerrománicas, también Patrimonio de la Humanidad, que merecen la pena ver.
Sin salir de los Pirineos, decidimos no alejarnos mucho de Biescas y pasar un par de días en el Valle de Aragón, quedándonos a dormir en un hotel de la Estación de Candanchú. Esta zona de los Pirineos no la conocíamos, y nos gustó mucho la Estación de Canfranc y la parte francesa, con preciosos pueblos como Aydius.
Continuamos nuestro viaje por el norte en dirección al Oeste, saliendo de Candanchú por Francia y cruzando de nuevo los Pirineos por Roncesvalles, donde pasamos la noche en el cercano pueblo de Espinal.
Después, decidimos pasar unos días en una casa rural del interior de Euskadi, en una aldea de Aramaio, donde aprovechamos para conocer lugares como Oñati y las cuevas de Arrikrutz, Elorrio y Bergara, así como hacer alguna ruta en bici por la zona.
De vuelta a Galicia, seguimos la ruta por el interior de la Cordillera Cantábrica, parando una noche en Reinosilla, cerca de Reinosa (Cantabria), y tres días en el Parque natural de Somiedo (Asturias) con unos amigos, un lugar donde disfrutamos muchísimo de las rutas de senderismo y btt.
Alojamientos y cómo dormir con un bebé
Ya sea ir de hotel, hostal o casa rural, viajar con un bebé es muy fácil y económico. Lo primero que debemos mirar es si aceptan bebés, pero casi todos los alojamientos los aceptan. Además, en muchos de ellos no cobran nada por los niños de menos de 2 años, así que no nos debemos preocupar del aspecto económico.
A la hora de dormir, hay alojamientos donde no nos cobran por la cuna o nos cobran muy poco, así que tampoco debemos preocuparnos por ello. Lo que sí tenemos que tener en cuenta, es que en algunos alojamientos pequeños pueden no disponer de cunas, o también pueden estar ocupadas, sobre todo si vamos en temporada alta; por esta razón es bueno avisar antes de reservar.
En nuestro caso, como practicamos el colecho (es decir, el bebé duerme con nosotros en nuestra cama la mayor parte de las veces), buscábamos alojamientos a ser posible con cama grande o dobles pegadas, a las que acoplábamos una balda para que no cayese el bebé.
La rutina con la comida
Antes de nada, deciros que Xaquín, nuestro bebé, se alimenta principalmente de leche materna, algo que es comodísimo a la hora de viajar. De todas formas, a partir de los seis meses le fuimos introduciendo comida, así que también le dimos de comer algo sólido.
De forma ocasional, sobre todo al mediodía y a la tarde – noche, le dábamos de comer algo de papilla o (muy raramente) algún potito, sobre todo si estábamos de ruta. En estos casos pedíamos que nos la calentasen un rato en el microondas del restaurante.
Pero nuestro bebé también come algo de comida de adultos como fruta, pasta o carne, siguiendo el método BLW. Para ello, a ser posible buscábamos alojamientos con cocina, para hacer su propia comida. Si después pasábamos el día de excursión, llevamos con nosotros un pequeño termo y bolsa térmica para mantener su temperatura.
Para darle de comer, muchos restaurantes y alojamientos tienen tronas, algo que resulta muy cómodo. De todas formas, al viajar en coche, llevamos en nuestro viaje una trona que se desmonta (la típica del IKEA), que nos fue muy útil en determinadas ocasiones.
Visitas a monumentos y rutas de senderismo
En este viaje, y en algunos anteriores, pudimos comprobar que viajar con un bebé no es un problema para visitar gran parte de monumentos, recintos arqueológicos o para hacer rutas de senderismo. Eso sí, es imprescindible que llevéis cualquier sistema para portear el bebé. Si no porteásemos, nos perderíamos muchas de las actividades de nuestro viaje.
Cuando Xaquín era más pequeño, porteábamos con un foulard muy cómodo, aunque algo difícil de colocar. Conforme fue creciendo, usamos para el porteo la mochila de la marca Manduca, que fue la que usamos en este viaje.
Otra cosa a tener en cuenta a la hora de visitar lugares, es que al ser un bebé, no paga entrada en prácticamente ningún lugar.
El equipaje
El equipaje depende mucho de la época y la zona a dónde vayáis, así de otros factores como vuestras aficiones, o la duración de vuestra estancia. Esto es lo que llevamos con nosotros para nuestro bebé:
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Una maleta con la ropa del bebé. No es necesario llevar mucha ropa, ya que en la actualidad hay multitud de lavanderías autoservicio donde se puede lavar y secar la ropa mientras tomas un café, y a precios económicos. Además, algunos alojamientos, como casas rurales, suelen tener lavadora.
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Un neceser con cosas del bebé para su aseo, medicinas, …
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Pañales: Mejor no llevar muchos. Ocupan mucho espacio, y se pueden comprar en cualquier supermercado.
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Una bañera portátil. Si tenemos sitio en el coche, es muy útil para lavar el bebé en los hoteles.
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Un pequeño bolso térmico para la comida. Para mantenerla a la temperatura adecuada.
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Una trona portátil. Si tenemos sitio para llevarla, puede ser muy cómoda en ciertos lugares.
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Jabón para lavar ropa y unas pinzas. Porque a veces, tendremos que lavar a mano algo de ropa de nuestro bebé.
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Unos baberos y cambiadores desechables. Como vamos estar fuera bastante tiempo, ayudan mucho a la hora de comer o cambiarlos en los bares y restaurantes, por ejemplo.
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Una mochila para las excursiones con lo básico: Unos pañales, cambiador, toallitas, algo de muda de repuesto, gorra, agua…
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Su tarjeta sanitaria. Y si váis al extranjero, su DNI o pasaporte y tarjeta sanitaria europea. Fuera de la UE, hacerle un seguro médico.
En el coche
Muchos bebés suelen pasar mucho tiempo durmiendo cuando viajan en el coche….menos el nuestro. A Xaquín no le gusta nada el coche, y hay que ir haciéndole el trayecto entretenido como podemos. Para ello, siempre tiene que ir alguno de nosotros detrás con él, y solemos hacer bastantes paradas. Así que, por muy bueno que sea vuestro bebé en el coche, os recomiendo que no planifiquéis rutas muy largas, ya que siempre pueden ocurrir imprevistos (lloros, cambiar pañales, etc…).
Es muy importante una buena sillita, a ser posible con anclajes ISOFIX (son más seguras). Recomiendo tapar la ventanilla con unos parasoles (si dá mucho el sol, incluso con una gasa), y poner un espejo para verlo desde los asientos de delante. Puede ser interesante llevar una tablet o móvil (aunque nosotros no somos muy amigos de ponerle un dispositivo de estos a un bebé) para entretenerlo en algún momento concreto.
Respecto al equipaje, deciros que probablemente lo que más va ocupar en el maletero sea la sillita. Si tenéis un vehículo con carrocería familiar (como nuestro caso) o un monovolumen o SUV no suele ser problema, ya que suele haber bastante espacio. En caso de tener un vehículo pequeño, puede ser interesante incluso instalar un cofre en la baca del techo para aliviar de espacio el maletero. De todas formas, teniendo en cuenta que la sillita es lo que más ocupa, si vuestro viaje no es muy largo y el coche pequeño, os recomiendo incluso dejar la sillita en casa y utilizar exclusivamente el porteo. Nosotros lo hicimos así en un par de viajes de menos de una semana y no echamos de menos para nada la sillita.
Gastos
Como es habitual en mucho de los viajes que publico, incluyo el desglose de gastos del viaje, que incluye absolutamente todo: alojamiento, comida, cañas, cafés, combustible, entradas de lugares turísticos, etc…
Alojamientos: Esta fue la lista de alojamientos que utilizamos durante el viaje. Los precios son por noche, y un poco altos respecto la media que solemos gastar, pero es lo que tiene viajar en temporada alta y buscando ciertos servicios como cocina o lavadora:
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Ezcaray: Apartamentos Ubaga: 50€
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Senegüé: Hotel Casbas: 63€
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Biescas: Casa Maza: 68€
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Candanchú: Hotel Candanchú: 70,2€ con desayuno
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Espinal: Irugoienea: 45€
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Aramaio: Caserío Mura: 77€ con desayuno
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Samaniego: La Molinera Etxea: 74€ con desayuno
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Reinosilla: Molino La Vega: 75€ con desayuno
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Valle del Lago: Apartamentos Cobrana: 60€
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Tuña: Casa Pipo: 66€ con desayuno
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Total gasto en alojamiento: 1228,4€
Restaurantes: Total de comidas y cenas en restaurantes: 608,1€
Combustible: Gasto total en gasoil: 223,43€
Entradas a lugares turísticos, visitas guiadas y bodegas: 164€
Otros gastos, que incluyen cafés, cañas, desayunos, supermercado, lavanderías,…: 397,44€
Total gasto: 2621,37€ de gasto para este viaje de 2940 km durante 20 días dos adultos y un bebé.
Consejos y conclusiones tras el viaje:
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Viajar con un bebé supone poco gasto a mayores que viajando sólo dos adultos: Casi no pagan suplemento en la mayoría de los alojamientos, no paga entrada en casi todos los lugares turísticos, etc…
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Imprescindible el porteo. Se puede visitar casi cualquier lugar, incluso rutas de senderismo, siempre que lo portees
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A ser posible, reservar alojamientos con cocina, simplifica mucho su alimentación
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Llevad siempre un pequeño bolso térmico para mantener la temperatura de su comida en las excursiones
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Si tenemos espacio en el coche, no es mala idea llevar una bañera portátil y una trona
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Llevad siempre una mochila algunos pañales, cambiador, toallitas y algo de muda de repuesto
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Viajar con un bebé aumenta mucho el número de imprevistos: deja siempre tiempo para ellos.
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Mejor llevar el alojamiento reservado. Nosotros lo solemos hacer uno o dos días antes, para poder ir planificando la ruta durante el viaje.
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No llevar demasiada ropa, e ir lavando durante el viaje.
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Por tanto, recomiendo siempre viajar con el bebé. Para nosotros fue una experiencia inolvidable, y que hemos disfrutado día tras día.
Hasta aquí nuestro recorrido y los consejos que considero más importantes para viajar con un bebé. Como es costumbre en este blog, si tenéis alguna duda o queréis aportar algún consejo más, no dudéis en escribir un comentario!
La verdad es que sois bastante valientes. un viaje así con el peque puede ser una tortura. Sin embargo, lo principal es la seguridad
Viajar así fue una experiencia que recordamos con mucho cariño y que recomendamos a todo el mundo. Fue una maravilla, y uno de los primeros viajes con nuestro bebé que continuamos unos meses después por Grecia, Austria, Suecia,… Y por supuesto, siempre para nosotros lo importante es la seguridad. Un saludo y gracias por el comentario!